jueves, 26 de abril de 2012

El Vaticano se queja por detenciones de obispos en China

 NOTICIA-INTERNACIONAL/ALTAR AL DIA


CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano denunció hoy la existencia de obispos y sacerdotes que se encuentran detenidos o sufren injustas limitaciones para cumplir con su misión apostólica en China.
La Santa Sede emitió aquí un comunicado de unas tres páginas como resultado de la más reciente reunión plenaria de la comisión especial instituida por Benedicto XVI en 2007 para analizar la vida de la Iglesia católica en la China continental, que tuvo lugar del 23 al 25 de abril.
“Se expresó admiración por la firmeza de su fe y por su unión con el Santo Padre. Ello, en modo especial, necesitan de la oración de la Iglesia para afrontar sus dificultades con serenidad y en la fidelidad a Cristo”, indicó el texto emitido en italiano, inglés y chino.
La misma nota advirtió que los obispos “espurios”, ordenados en ese país asiático sin la aprobación del Papa, han usurpado un poder que la Iglesia católica no les ha conferido y sus acciones ofuscan la claridad del mensaje cristiano.
Constató que aún persiste la pretensión de algunos sectores del régimen de Pekín por imponer la voluntad de los organismos llamados “una asociación y una conferencia”, los cuales buscan estar por encima de la autoridad de los obispos y de guiar la vida de la comunidad eclesial.
Se trata de estructuras fundadas hace años por el régimen comunista como parte de un intento por mantener una “Iglesia oficial” y que actúan todavía con cierta fuerza, especialmente a nivel institucional.
El texto vaticano deploró que algunos obispos espurios han participado, en las últimas semanas, en consagraciones de otros pastores que contaban con la autorización de Roma.
“Los comportamientos de estos obispos, además de agravar su posición canónica, han turbado a los fieles y a menudo han forzado la conciencia de los sacerdotes y los fieles afectados”, indicó.
“Los participantes en la plenaria siguen con atención estos penosos acontecimientos y, aunque son conscientes de las especiales dificultades de la situación actual, recuerdan que la evangelización no puede realizarse sacrificando elementos esenciales de la fe y de la disciplina católicas”, añadió.
Insistió además que la obediencia al Papa vale para todos los componentes de la Iglesia y aseguró que los mismos fieles exigen la clara fidelidad eclesial de sus pastores.
Las relaciones entre la Iglesia y el Estado en la China continental han sido caracterizadas por turbulencias en los últimos años, pese a un inicio de acercamiento que había conducido a la publicación de una histórica carta de Benedicto XVI a los católicos chinos en 2007.
De esa carta surgió la iniciativa de la comisión vaticana y sus reuniones periódicas, aunque el texto no provocó el resultado previsto en el campo diplomático: un restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos Estados.
La República Popular de China y el Estado de la Ciudad del Vaticano carecen de vínculos institucionales desde 1948, cuando fueron rotos por el entonces líder comunista Mao Tse Tung.
Uno de los principales puntos de desencuentro es el nombramiento de obispos, mientras la Iglesia católica reclama para sí la libertad e independencia para designar nuevos prelados, Pekín considera esto como una “injerencia en la política interna del país”.
Así, en el país asiático actualmente existen obispos legítimos y otros espurios, según cuenten o no con la aprobación del Vaticano