NOTICIA-ALTAR/ALTAR AL DIA
PUEBLA.-Los 39 poblanos que iban en el grupo de 55 paisanos que fueron secuestrados en Caborca, Sonora, decidieron continuar el viaje hacia la finca de espárragos en donde les ofrecieron trabajo por los próximos tres meses. Sin embargo, se tienen contabilizados más de 250 casos de migrantes de nuestra entidad que fueron víctimas de esclavitud laboral en el norte del país.
Héctor Escobar González, director de la Comisión de Atención al Migrante Poblano, explicó que los 39 raptados no quisieron regresarse con las otras 16 víctimas, todos originarios de San Miguel Eloxochitlán, porque la mayoría de ellos tiene entre 3 y 4 años viajando a Sonora contratados por la empresa 25 de Enero para recoger la siembra en el poblado de San Luís del Río Colorado, por cuyo trabajo en esta ocasión les pagará mil 500 semanales.
Quienes sí decidieron aceptar el apoyo del gobierno estatal para regresar a nuestra entidad, fue porque se les ofreció proyectos productivos para detonar en su población, señaló el funcionario.
Fue el 18 de diciembre que un comando de 8 sujetos armados interceptó en Caborca el autobús en que viajaban los paisanos hacia el poblado de San Luís, donde en primera instancia los despojaron de mil 500 pesos en total, pero al enterarse que iban a trabajar a una finca, decidieron mejor secuestrarlos y llevarlos a una casa de seguridad con el propósito de pedir a la empresa que los contrató un rescate de 5 millones de pesos a cambio de liberarlos. Dos días después los poblanos lograron escaparse y denunciar su rapto, para que fueran detenidos sus plagiarios.
En lo que va de 2010 más de 250 poblanos han sido engañados y llevados a trabajar a otros estados a cambio de pagarles buenos salarios, sin embargo ha resultado todo lo contrario pues fueron privados de su libertad y esclavizados.
Uno de estos casos ocurrió en junio, cuando 97 oriundos de Huaquechula, Izúcar de Matamoros y Olintla, entre ellos mujeres y cuatro menores de edad fueron supuestamente contratados para trabajar en el Viñedo El Rosario, localizado en el poblado de Miguel Alemán, Sonora, donde estuvieron un mes laborando en condiciones infrahumanas.
La misma historia se repitió en ese mes en agravio de 120 paisanos, quienes fueron obligados a laborar más de 12 horas diarias por un salario de 40 pesos por jornada, sin derechos de alimentos y privados de su libertad, siendo 80 oriundos de San Gabriel Chilac y otros 40 de Izúcar de Matamoros e Ixcamilpa de Guerrero.
