martes, 11 de diciembre de 2012

Requerimos de un gobierno que escuche a la gente: Padre Solalinde

NOTICIA-NACIONAL/ALTAR AL DIA
CIUDAD DE MÉXICO.- Son miles los migrantes que tras días y noches de no probar alimento se sentaron en el Albergue Hermanos en el Camino, que dirige el sacerdote Alejandro Solalinde, comieron un plato con arroz y por un instante se liberaron de la angustia ante el riesgo de ser secuestrados por un grupo criminal o deportados por un agente de migración. En México, 20 mil hondureños, salvadoreños y guatemaltecos fueron secuestrados en los dos últimos años, de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Por brindar ayuda y protección a migrantes en dicho albergue, Solalinde . “En nombre de la sociedad y del gobierno de la República, le expreso mi más sincero reconocimiento al padre Solalinde por la gran labor humanitaria que realiza. Su labor ha contribuido a evitar que el sueño de muchos migrantes auténticamente se convierta en una pesadilla. “Les ha brindado alimento para el camino, les ha dado un techo, un refugio”, expresó el presidente Enrique Peña Nieto al entregar una medalla al religioso. Solalinde agradeció la felicitación y, a su vez, felicitó a las demás personas y organizaciones, dijo, “que merecían este premio”, entre ellas la Pastoral de Movilidad Humana, responsable de la red de 66 albergues para inmigrantes que hay en México. “México está pasando por un momento muy difícil. Debemos escuchar muchos gritos de personas que están sufriendo, debemos hacer algo por ellos, no nada más por los migrantes, y cambiar la dinámica que hemos tenido”, afirmó el sacerdote. En momentos de crisis, comentó, se requieren soluciones profundas porque “las estructuras tradicionales ya no alcanzan. Necesitamos mirar de otra manera, empezar a ver de otra forma. Dejar nuestras parcialidades, dejar nuestra visión de partidos, dejar nuestra visión de iglesias aisladas, de grupos aislados”, dijo. El poder no puede seguirse ejerciendo en forma autoritaria, comentó Solalinde, y es hora de que los gobernantes escuchen a los ciudadanos y atiendan sus necesidades. “A mí me gustaría mucho que el señor Presidente siempre escuchara esas voces que le animen a acercarse a la gente, a tener más confianza, a oír a todos, inclusive, a los jóvenes”, continuó. “El estilo de poder ha sido autoritario, ha sido impuesto, ha sustituido a la gente, ha sustituido al pueblo. No podemos tener miedo a nuestro pueblo, a nuestra gente. La disidencia es normal, y más en este tiempo de crisis que vivimos”, enfatizó. En respuesta, Peña Nieto le dijo: “He escuchado con gran atención sus comentarios, sus expresiones, que justamente están alineadas a este proyecto de país que este gobierno que recién inicia también tiene”. El Presidente habló de que su proyecto de gobierno considera una autoridad cercana a la gente, un gobierno “que escuche a la gente, a la sociedad, a los distintos medios de interlocución y podamos juntos, sociedad y gobierno, establecer los mejores caminos para renovar esperanza, renovar el ánimo social entre los mexicanos y encontrar un país de mayor desarrollo”. En ese sentido, Peña Nieto dio a conocer que considera presentar iniciativas de reformas en materia de derechos humanos. Se refirió a “aquellas que tienen que ver con adecuar el tipo penal de desaparición forzada de personas, conforme a estándares internacionales, así como expedir las leyes para asegurar el respeto a los derechos humanos en los casos de suspensión de garantías y de expulsión de personas extranjeras”. A su vez, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Raúl Plascencia, recordó que Solalinde protege la vida de los migrantes con la suya propia. Indicó incluso que Solalinde trabaja por ellos entre amenazas de criminales e incluso de funcionarios públicos. Pide escuchar a las mujeres Al recibir el premio, Alejandro Solalinde hizo especial mención a las mujeres y dijo que durante la labor que lleva a cabo en el albergue Hermanos en el Camino, ubicado en Oaxaca, ellas y los jóvenes son quienes más lo han apoyado para alimentar y asistir a los migrantes. “Nuestro México no va a cambiar, no va a superar su crisis, como tampoco las iglesias, la Iglesia católica, mientras no escuchen a las mujeres. Son ellas las que tienen el germen de la paz, son capaces de transformar este México, pero desgraciadamente vivimos estructuras todavía machistas que no permiten esto”, recalcó