lunes, 9 de mayo de 2011

No más muerte, clama el Zócalo en la Marcha por la Paz

NOTICIA-NACIONAL/ALTAR AL DIA


CIUDAD DE MÉXICO.- Decenas de miles de personas recorrieron el Distrito Federal y diversas ciudades de México y el mundo para exigir, una vez más, el fin de la violencia.
El escritor Javier Sicilia encabezó la principal protesta en la capital mexicana, que salió desde Cuernavaca el pasado jueves. Ayer, los manifestantes marcharon desde CU al Zócalo, donde el poeta planteó un pacto civil de seis puntos, incluyendo la eliminación del fuero, el combate al lavado de dinero y el cambio de la estrategia anticrimen. Ahí llamó: “No más muertes, no más odio”.
Si no hay una respuesta satisfactoria, dijo el también periodista, el siguiente paso sería buscar la desobediencia civil pacífica.
Hubo marchas en las principales capitales estatales de México, y en ciudades como Wash­ington, Nueva York, Londres, París, Barcelona y Ámsterdam.
Llaman a la resistencia civil
La Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad que se inició el jueves pasado, y que terminó ayer en la plancha de Zócalo capitalino, llamó a una resistencia civil para lograr que gobiernos y políticos trabajen contra la inseguridad, la injusticia y la desigualdad en México.
Este movimiento de organizaciones sociales, encabezado por el escritor Javier Sicilia —cuyo hijo fue asesinado en Morelos—, y apoyado desde diversas ciudades del país y del mundo, propuso un pacto civil de seis puntos.
Demandaron democracia participativa, programa de emergencia para jóvenes, así como cambiar la estrategia de combate a la delincuencia.
Nutrido por miles —de acuerdo con organizadores, la marcha de ayer agrupó a al menos 20 mil personas—, el movimiento exigió también eliminar el fuero y combatir de manera frontal el lavado de dinero.
Las activistas Patricia Duarte y Olga Reyes dieron lectura al pliego que plantea que en el país resulta necesario tomar medidas urgentes para cambiar el enfoque de la estrategia de combate a la delincuencia y regenerar el tejido social y comunitario.
En el documento demandaron la puesta en marcha de acciones de corto y mediano plazo que inicien un nuevo camino de paz con justicia y dignidad.
Solicitaron resolver y esclarecer desapariciones, secuestros, fosas clandestinas y trata de personas mediante procesos transparentes y efectivos de investigación, procuración y administración de justicia y que se castigue a los responsables, como en el caso de la Guardería ABC.
Asimismo que en un plazo máximo de seis meses los Congresos locales aprueben la reforma constitucional en derechos humanos y sea publicada para darle efectividad y que se instituya el mecanismo de protección a periodistas y defensores de los derechos humanos.
Advertencia para 2012
También exigieron que los diputados aprueben en un periodo extraordinario la minuta de reforma política aprobada por el Senado, que establece la consulta popular, la iniciativa legislativa, las candidaturas independientes y la reelección inmediata de legisladores y alcaldes.
En su oportunidad, el poeta Javier Sicilia dijo que ojalá de esta marcha salga algo que nos lleve a un México fraterno, amistoso, con corazón. “No debe haber ya más un lugar equivocado ni una hora equivocada; todos los lugares deberán ser el lugar adecuado y la hora adecuada”.
Explicó que salieron a caminar estas calles para recuperar la dignidad, la paz y la justicia, pues la violencia llevará a más violencia.
En el mitin, el escritor pidió la renuncia del secretario de Seguridad Publica federal, Genaro García Luna, y mencionó que no aceptarán más una elección si antes los partidos políticos no limpian sus filas de quienes están coludidos con el crimen.
Refirió que aún es posible que la nación vuelva a renacer para demostrar que está de pie y que no cejará en defender la vida de todos los hijos de este país.
Aún es posible, agregó, reconstruir el tejido social de los barrios y ciudades y de no hacerlo sólo heredaremos a nuestros hijos una casa llena de desamparo y de temor, donde reinen los señores de la muerte y del poder.
Les recuerdan pendientes
La Marcha por la Paz, de cuatro días, culminó ayer en el Zócalo de la Ciudad de México, donde se plantearon acciones inmediatas para frenar la violencia del crimen organizado.
Las organizaciones civiles, encabezadas por el poeta Javier Sicilia, demandaron democracia participativa y un programa de emergencia para jóvenes.
Requirieron también eliminar el fuero y combatir de manera frontal el lavado de dinero.
Cambiar el enfoque de la estrategia de combate a la delincuencia y regenerar el tejido social y comunitario.
Que en un plazo máximo de seis meses los Congresos locales aprueben la reforma constitucional en derechos humanos y sea publicada para darle efectividad y que se instituya el mecanismo de protección a periodistas y defensores de los derechos humanos.
Que los diputados aprueben en un periodo extraordinario la minuta de reforma política aprobada por el Senado que establece la consulta popular, la iniciativa legislativa, las candidaturas independientes y la reelección inmediata de legisladores y alcaldes.
Gobierno federal reitera respeto a manifestación
El gobierno federal reiteró su respeto a los participantes de la Marcha por la Paz, así como a cualquier expresión de la sociedad en favor de la construcción de un México donde el Estado de derecho y el acceso a la justicia sean los principales instrumentos contra la criminalidad.
La Secretaría de Gobernación (Segob) destacó que la Estrategia Nacional de Seguridad ha dispuesto de todos los medios a su alcance para fortalecer el tejido social, y comparte con los ciudadanos la aspiración de hacer de México un país seguro y con oportunidades de desarrollo para todas y todos.
“Reiteramos nuestra apertura y entera disposición a escuchar, dialogar y continuar trabajando de la mano con la sociedad civil para el establecimiento de una seguridad auténtica y perdurable”, expresó la dependencia federal en un comunicado.
Ratificó que los efectivos militares, navales y federales no generan violencia, al tiempo que urgió a que estados y municipios asuman su responsabilidad de depurar y certificar a sus policías y ministerios públicos.
Encomiendan paz al beato Juan Pablo II
El cardenal Norberto Rivera Carrera encomendó el fin de la violencia y el crimen en México a Juan Pablo II al oficiar la Misa de Acción de Gracias en la Catedral metropolitana, con motivo de la beatificación del jerarca religioso.
“Precisamente, en estos momentos en que parece que nuestra patria no tiene futuro, no tiene salida de la violencia que nos agobia, debemos invocar al beato Juan Pablo II que tanto amó a nuestro país, que tanto amó a los habitantes de estas tierras, para que interceda por nuestra patria ante el Señor de la historia, Cristo Jesús, que con su espíritu puede hacer nuevas todas las cosas”, refirió el arzobispo.
El sermón fue una elegía a la vida y obra del papa polaco, quien es un ejemplo de vida, y ahora, como beato, un intercesor de las causas nobles, aseveró el máximo jerarca de la Iglesia católica en México.
El cardenal Rivera Carrera dijo que a partir de su experiencia personal de Juan Pablo II, en la que confluyeron el marxismo y el cristianismo, el beato encontró la verdad en el camino de Cristo, y enseñó a los cristianos a no tener miedo de su fe.
La imagen de Juan Pablo II fue entronizada ayer al mediodía en la Catedral de la Ciudad de México, durante la misa presidida por el cardenal Rivera Carrera, acompañado del nuncio apostólico del Vaticano en México, Christophe Pierre, así como de los obispos auxiliares de la arquidiócesis.
Al inicio del acto litúrgico, el retablo del “Papa Mexicano” fue llevado por la crujía central hasta el altar mayor, donde quedó debajo de la figura de Cristo. El nuevo beato ya puede ser venerado en la Catedral metropolitana, y lo mismo ocurrirá en otras iglesias de la ciudad a partir del próximo domingo.
Rompieron su silencio para exigir paz y justicia
Pasaron cerca de ocho horas desde que la comitiva encabezada por una bandera nacional, y detrás de ella el poeta Javier Sicilia, inició su recorrido desde Ciudad Universitaria.
Cuando pisaron la Plaza de la Constitución, mientras eran aplaudidos por miles que se habían adelantado o habían preferido agregarse al contingente en los alrededores del Centro Histórico de la Ciudad de México, las campanas de Catedral sonaron, los aplausos continuaron