NOTICIA-NACIONAL/ALTAR AL DÍA
CIUDAD DE MÉXICO.- No pasaron ni dos horas después de que OpenGate Capital, una firma de inversión con sede en Los Ángeles, California, tomara posesión de una planta comprada en Reynosa, Tamaulipas, cuando sus directivos en Estados Unidos eran informados que un grupo criminal ha violado su seguridad y entrado a su estacionamiento en repetidas ocasiones.
La fecha: 22 de octubre de 2012. La hora: alrededor de las dos de la mañana. La dirección: Calle de los Encinos sin número, Parque Industrial Villa Florida, Reynosa, Tamaulipas.
El teléfono no dejaba de sonar, cuando uno de los ejecutivos de la empresa informaba a la dirección general de OpenGate en Estados Unidos que, según los empleados de vigilancia, se han reportado varias balaceras a las afueras de la fábrica de equipo del laboratorio recién adquirida a la compañía Thermo Fisher Scientific.
“Han entrado al estacionamiento. Es un grupo fuertemente armado, combatiendo a otro grupo. Mantienen halcones en la planta baja, y están resguardando un remolque.”
Lo anterior, que pudiera parecer un guion de cine, es parte de la demanda CV-13-03368 presentada por la empresa OpenGate Capital contra Thermo Fisher Scientific en un tribunal de distrito de Los Ángeles, California, a quien acusa de venderle una fábrica en septiembre de 2012 en México, infiltrada por el cártel del Golfo, como dio a conocer ayer Excélsior.
Desde esa fecha, se lee en el documento en poder de este diario, se han reportado que jefes locales del cártel del Golfo entraban a la planta de Reynosa con regularidad, hasta llegar al edificio principal, para guardar contenedores por horas, y mantener su vigilancia en el estacionamiento de la planta. Muchas veces disparaban al aire sus armas, para intimidar a los empleados, a quienes tienen bajo amenaza de no decir nada, o serían asesinados.
OpenGate Capital asegura que varios empleados y directivos de la anterior administración de Thermo Fisher Scientific estaban al tanto del nivel de infiltración del narco en la empresa desde noviembre del 2011. Entre ellos, Thomas Leowald, vicepresidente senior de Productos de Laboratorio, y Joseph Webb, vicepresidente de Operaciones de Manufactura y Logística.
“Tampoco hicieron público el dato que les fue imposible vender esta división empresarial dentro de un plazo de seis meses a otras compañías, hecho que, de haberse difundido previo a la compra de OpenGate, hubiera provocado serias preocupaciones a los inversionistas interesados en esta planta fabricante de equipos para laboratorios a finales de 2012”, según la demanda.
Alanna Chaffin, vicepresidenta senior del Área de Comunicación de OpenGate Capital, dijo en entrevista con Excélsior que hasta el momento no habrá interrupciones en su planta en México, refrendando así el compromiso con sus clientes, a pesar del riesgo que implica el crimen organizado en la zona.
Detalló que por ahora, no se ha especificado el objetivo de la demanda (indemnización o cancelación de la compra), ya que “en este punto, no se han especificado los daños por dicho fraude”.
Como se informó ayer en este medio, OpenGate Capital alega que Thermo Fisher Scientific escondió información en materia de seguridad, viabilidad y operación del cártel del Golfo en su fábrica, al momento de vender su división de Estaciones de Trabajo para Laboratorios.
“Estamos involucrados con lo que creemos es un acto de fraude cometido por Thermo Fisher (…)”, agregó Chaffin.
Por su parte Thermo Fisher, señala que dicha acción legal, carece de fundamento.
“Estamos seguros que nuestras instalaciones cumplen con todas las regulaciones y leyes locales, y nuestra operación en Reynosa fue consistente con ese compromiso”, dijo Ronald O’Brien, director de relaciones públicas de Thermo Fisher Scientific.
La compañía, dijo, condujo un exhaustivo proceso de auditoría de esta planta ubicada en Reynosa, y se permitió un amplio acceso a toda la información relevante para la adquisición de esta división de equipos para laboratorio a posibles compradores.
Sin embargo, omitió comentarios sobre la operación del cártel del Golfo en dichas instalaciones, alegato contenido en la denuncia CV13-03368 en el Tribunal Central de Distrito de California.
Según las acusaciones, Thermo Fisher ocultó un plan para blindar esta fábrica en Reynosa —valuada en 180 millones de dólares— del constante asedio del crimen organizado.
“Thermo Fisher deliberadamente retuvo toda la información relacionada a la actividad del cártel, incluyendo reportes de la situación y propuestas para mejorar la seguridad y resolver esta cuestión. Inclusive, prohibió a sus empleados hablar sobre el tema antes de la compra-venta”, detalla la denuncia.
La denuncia
Este diario publicó ayer sobre un conficto entre particulares en Estados Unidos por la venta de una compañía que estaba tomada por el cártel del Golfo:
La compañía estadunidense OpenGate Capital Group LLC, una firma de inversión privada, presentó el pasado fin de semana una demanda en en EU alegando que Thermo Fisher Scientific Inc. le vendió una planta en México el año pasado, sin que le fuera revelado que el cártel del Golfo estaba operando a su interior desde 2011.
El caso 13-03368 que se sigue en un Tribunal de California, involucra a dos compañías estadunidenses, pero el pleito tiene como eje una planta que fábrica muebles y equipo de laboratorio en Reynosa, Tamaulipas, y la operación de un cártel de droga local a su interior.