NOTICIA-INTERNACIONAL/ALTAR AL DIA
PARÍS.- El diseñador francés Philippe Starck
y el científico estadunidense David Edwards se han asociado para crear un
pequeño aerosol que permite disfrutar del "placer del alcohol" sin preocuparse
de sus efectos secundarios.
Ese vaporizador, bautizado como "WA|HH Quantum Sensations", posee una capacidad de apenas dos mililitros, pero esa cantidad, según indicó hoy el espacio de arte "Le Laboratoire", es suficiente para ofrecer hasta 25 pulverizaciones que estimulan el cerebro "sin riesgo de perder los sentidos, por no decir de emborracharse".
Expuesto a partir de mañana en esa galería parisina, ese invento proporciona una sensación de ligereza que se desvanece prácticamente al momento, porque el alcohol lanzado en cada dosis es miñ veces inferior al de un trago normal, pero deja en el cuerpo, según sus creadores, una sensación gustativa y una capacidad de evocación intensas.
El consumidor que pruebe una única dosis conseguirá un estado de "distracción" buscado por sus creadores para ponerle de manera inocua un poco de sal a la vida, "como si fuera una varita mágica".
"Todo el mundo tiene una necesidad ocasional de evadirse. Pero nuestras sociedades y nuestros códigos de diversión han conducido al consumo excesivo de alcohol, como una suerte de placebo social", indica Starck en el comunicado, en el que precisa que su deseo era lograr ese mismo efecto sin miedo a los arrepentimientos.
Ese pequeño spray, que promete "reinventar" las experiencias cotidianas, puede llenarse, según sus creadores, de otro tipo de aromas y aplicarse directamente en la boca o sobre la comida, con el mismo potencial de proporcionar una sensación equivalente a una cantidad mil veces superior.
Ese vaporizador, bautizado como "WA|HH Quantum Sensations", posee una capacidad de apenas dos mililitros, pero esa cantidad, según indicó hoy el espacio de arte "Le Laboratoire", es suficiente para ofrecer hasta 25 pulverizaciones que estimulan el cerebro "sin riesgo de perder los sentidos, por no decir de emborracharse".
Expuesto a partir de mañana en esa galería parisina, ese invento proporciona una sensación de ligereza que se desvanece prácticamente al momento, porque el alcohol lanzado en cada dosis es miñ veces inferior al de un trago normal, pero deja en el cuerpo, según sus creadores, una sensación gustativa y una capacidad de evocación intensas.
El consumidor que pruebe una única dosis conseguirá un estado de "distracción" buscado por sus creadores para ponerle de manera inocua un poco de sal a la vida, "como si fuera una varita mágica".
"Todo el mundo tiene una necesidad ocasional de evadirse. Pero nuestras sociedades y nuestros códigos de diversión han conducido al consumo excesivo de alcohol, como una suerte de placebo social", indica Starck en el comunicado, en el que precisa que su deseo era lograr ese mismo efecto sin miedo a los arrepentimientos.
Ese pequeño spray, que promete "reinventar" las experiencias cotidianas, puede llenarse, según sus creadores, de otro tipo de aromas y aplicarse directamente en la boca o sobre la comida, con el mismo potencial de proporcionar una sensación equivalente a una cantidad mil veces superior.