NOTICIA-NACIONAL/ALTAR AL DIA
CIUDAD DE MÉXICO.- Las acusaciones entre los principales
candidatos predominaron sobre las propuestas durante el primer debate de
aspirantes a la Presidencia, celebrado anoche en el World Trade Center de la
Ciudad de México.
El priista Enrique Peña Nieto, quien lleva la delantera en las encuestas, se
convirtió en el adversario a vencer y fue así el blanco de los ataques tanto de
Josefina Vázquez Mota, de Acción Nacional, como de Andrés Manuel López Obrador,
de PRD, PT y Movimiento Ciudadano. Estos dos últimos no se atacaron entre
sí.
El ex gobernador del Estado de México dedicó buena parte de sus
intervenciones a responder a los cuestionamientos de sus adversarios.
A López Obrador le recordó los casos de corrupción cuando fue jefe de
Gobierno del Distrito Federal, así como el del perredista Julio César Godoy
Toscano, acusado de vínculos con el crimen organizado y quien fue metido en una
cajuela a la Cámara de Diputados para que pudiera obtener fuero.
A Vázquez Mota le reprochó sus inasistencias al Palacio de San Lázaro, así
como que intentara “revivir su campaña en la muerte de una niña”, cuando la
panista pretendió cuestionarlo por el caso Paulette.
Los candidatos de PAN y PRD, a su vez, dedicaron buena parte de sus
intervenciones a cuestionar al priista durante su gestión como gobernador, así
como por su presunta cercanía con personajes polémicos –como el ex presidente
Carlos Salinas– y empresas de medios.
En general, para responder a los ataques, los principales candidatos ocuparon
tiempo que originalmente estaba destinado a responder preguntas sobre temas como
economía, seguridad, educación, pobreza y medio ambiente.
Por ello fue frecuente que sus intervenciones fueran cortadas al rebasar los
tiempos fijados para réplicas y contrarréplicas. Todos los aspirantes
recurrieron a fotos y gráficas.
Gabriel Quadri –candidato de Nueva Alianza, partido promovido por la
dirigente magisterial Elba Esther Gordillo– basó su estrategia en formular
propuestas como candidato “ciudadano” y en cuestionar los ataques que se
lanzaban sus adversarios entre sí.
Dos detalles pusieron la nota de color al debate: Uno, la presencia de una
edecán de cuerpo voluptuoso, vestida con un escote llamativo, encargada de
entregar a los candidatos las hojas para ver en qué lugar les tocaría. Y dos, el
momento en el que Andrés Manuel López Obrador quiso criticar a Peña Nieto
enseñando una fotografía de éste con Salinas, la cual por equivocación mostró al
revés.