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CIUDAD DE MÉXICO.- El narcotráfico es la principal amenaza a la estabilidad económica y democrática de América Latina, pues no sólo intimida, sino que también impone y asesina a candidatos en los procesos electorales, alertó Adam Blackwell, secretario de Seguridad Multidimensional de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En la inauguración de la Reunión Hemisférica de Alto Nivel contra la Delincuencia Transnacional, efectuada en la Cancillería, Blackwell expuso que la actividad del crimen organizado ya genera más pobreza, desigualdad, muerte, corrupción migraciones descontroladas y disminución de la inversión.
En este encuentro, encabezado por el presidente Felipe Calderón, y donde estuvieron la procuradora general de la República, Marisela Morales, y la canciller Patricia Espinosa, el funcionario de la OEA informó que el flagelo del narco dejó en 2010 más de 357 mil muertes violentas en la región.
Narco impone a candidatos: OEA
Adam Blackwell, secretario de Seguridad Multidimensional de la organización, advierte que el crimen también asesina a los aspirantes o coloca a su gente
El crimen organizado es la principal amenaza a la estabilidad económica y democrática de América Latina, pues no sólo amenaza, sino incluso impone y asesina a candidatos en los procesos electorales, alertó Adam Blackwell, secretario de Seguridad Multidimensional de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“La participación de estas bandas criminales en procesos electorales, amenazando o asesinando candidatos, e incluso imponiendo a sus propios candidatos, es un ejemplo más del riesgo que impone la delincuencia organizada sobre la preservación de nuestras instituciones democráticas”, aseguró en la inauguración de la Reunión Hemisférica de Alto Nivel contra la Delincuencia Transnacional.
Esta circunstancia, dijo, está generando más pobreza, desi-gualdad, muerte, corrupción, migraciones descontroladas y disminución de la inversión, así como pérdida de confianza en las instituciones democráticas.
El funcionario de la OEA informó que en 2010 este flagelo dejó más de 357 mil personas muertas de manera violenta en la región. En ese mismo año, alrededor de 200 millones de personas de América Latina y el Caribe, “alrededor de un tercio de todos los habitantes de la subregión, fueron víctimas de un delito, entre ellos más de dos tercios de todos los secuestros del planeta”.
Añadió que del total de las muertes violentas, cerca de 150 mil fueron homicidios dolosos en 2010; y de éstos, 75% fueron cometidos con arma de fuego, “siendo el continente americano la región del mundo en la que se cometen más homicidios por arma de fuego”. América Latina y el Caribe tiene alrededor de cinco mil 914 millones de habitantes.
El funcionario precisó que la delincuencia organizada transnacional es en gran medida responsable de esta situación, por ser el motor principal del tráfico ilícito de drogas, de armas, de la trata y tráfico de personas.
“En todas las esferas en las que actúa, genera situaciones que afectan la salud, la integridad física, el patrimonio, la libertad y la tranquilidad de los ciudadanos y pone en riesgo la estabilidad económica y la vulnerabilidad democrática en nuestra región.”
Blackwell señaló que las bandas criminales también afectan al turismo y las actividades productivas de una nación. Reconoció que vivimos “momentos críticos”, pues el crimen y la violencia son un grave freno para el desarrollo y el bienestar de la sociedad y son, al mismo tiempo, un desafío para el fortalecimiento institucional de los Estados.
Insistió en que, por eso, confrontar al crimen organizado no es sólo un imperativo socioeconómico y político “sino moral…debemos entender que es combatir lo más negativo de la naturaleza humana y promover valores de respeto, bienestar y convivencia pacífica”.
Blackwell hizo un llamado a los procuradores y fiscales de las naciones de la OEA a “dedicar la reunión hemisférica a todas las víctimas de este flagelo”.
En ese sentido, insistió en que el esfuerzo regional y de cada nación contra el narcotráfico no debe abandonarse “si los resultados parecen pequeños; esta lucha debe ser progresiva”.