sábado, 24 de marzo de 2012

Benedicto XVI pide por las víctimas; el Papa condena la violencia del narcotráfico

NOTICIA-NACIONAL/ALTAR AL DIA


SILAO, GUANAJUATO.— El papa Benedicto XVI dijo al arribar a México que rezará por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia.
En su primer discurso en el Bajío, a los pies del Cristo Rey del cerro del Cubilete, el Papa habló de la libertad religiosa e igualdad de derechos humanos para todos.
Explicó que este país, este continente, “está llamado a vivir la esperanza en Dios como una convicción profunda, convirtiéndola en una actitud del corazón y en un compromiso concreto de caminar juntos hacia un mundo mejor. (Que) continúen avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia”.
Antes, durante el vuelo de Roma a México, el líder de los católicos instó a desenmascarar “la estafa” que representa el narcotráfico en México y llamó a hacer todo lo posible “contra ese mal destructivo” para la sociedad.
“La tarea de la Iglesia es desenmascarar la idolatría del dinero que esclaviza a los hombres, desenmascarar el mal y las falsas promesas, desenmascarar la mentira y la estafa que están detrás de la droga”, dijo respecto de las dificultades que afronta México en materia de seguridad.
En el viaje comentó que ante la situación socio-política de Cuba es seguidor de la iniciativa establecida por su predecesor.
“Hoy es un tiempo en el cual la ideología marxista, como fue concebida, no responde ya a la realidad y si no se puede construir un tipo de sociedad es necesario encontrar nuevos modelos.”

El Papa reza por víctimas de violencia
Al arribar a México en su primera visita apostólica, el papa Benedicto XVI afirmó que rezará por quienes sufren por la violencia, encomendando la paz del país a Cristo y a la Virgen de Guadalupe.
“Rezaré especialmente por quienes más lo precisan, particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas realidades, resentimientos y formas de violencia”, enfatizó.
Antes, durante el vuelo de Roma a México, el jerarca religioso instó a desenmascarar “la estafa” que representa el narcotráfico en México y llamó a hacer todo lo posible “contra ese mal destructivo” para la sociedad.
“Debemos hacer lo posible contra este mal destructivo para la sociedad y para nuestra juventud, diría que la primera acción es anunciar a Dios”, dijo al responder una pregunta relacionada con las dificultades que afronta México en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico.
“Tarea de la Iglesia es educar las conciencias a la responsabilidad moral, desenmascarar la idolatría del dinero que esclaviza a los hombres, desenmascarar el mal y las falsas promesas, desenmascarar la mentira y la estafa que están detrás de la droga”, agregó.
A las 16 horas con 25 minutos de ayer, el papa Benedicto XVI pisó suelo mexicano al descender del Boeing 777 de Alitalia, que lo condujo del aeropuerto Leonardo Da Vinci de Roma-Fiumicino hasta el Bajío mexicano.
El avión tocó suelo a las 16:12 horas del Aeropuerto Internacional de Guanajuato, portando las banderas de México y del Estado vaticano. Al pie de las escalinatas lo esperaba el presidente Felipe Calderón, acompañado de su esposa Margarita Zavala, del nuncio apostólico, Christophe Pierre y de cardenales, arzobispos y obispos mexicanos.
Los fieles católicos congregados en el aeropuerto ubicado en Silao coreaban: “¡Benedicto, hermano, ya eres mexicano!”, “!Sí, sí, sí, el Papa ya está aquí!” y “Benedicto XVI, ya eres un leonés”, así como “!México, siempre fiel!”
El Papa emocionado, agradeció el recibimiento y dijo continuar con la encomienda evangelizadora que le dejó su predecesor, Juan Pablo II, quien visitó en cinco ocasiones México, aunque no pisó el Bajío.
“Ya sé que estoy en un país orgulloso de su hospitalidad y deseoso de que nadie se sienta extraño en su tierra. Lo sé, lo sabía, pero ahora lo veo, lo siento muy dentro del corazón”, manifestó el obispo de Roma.
El director de la Sala de Prensa de El Vaticano, Federico Lombardi, dijo que el Papa llegó a México con buena salud y que su intención es continuar con la misión de Juan Pablo II.