INVESTIGACIÓN ESPECIAL/ALTAR AL DIA 14 de febrero, conocido por Día de los enamorados, Día de San Valentín o Día de la amistad y el amor. No importa el país, las personas o como se le denomine, a este día lo rodea una mágica atmósfera que esparce por doquier los colores y el aroma de las flores, las tarjetas, los muñecos de peluche, los bombones, adornos, y todas las muestras de afecto que puedan existir.
Típicamente occidental, pues se remonta a la Antigua Grecia y a Roma, el Día de San Valentín se ha extendido al mundo entero, incluso a países asiáticos como Japón, Taiwán y China, donde ya existía el Qi Qiao Jie (Día para mostrar las habilidades), celebrado el séptimo día del séptimo mes del calendario lunar.
Pero ¿por qué celebrar el 14 de febrero?
Existen diversas teorías que otorgan a esta fecha el origen del Día de los enamorados. En los países nórdicos durante estas fechas se emparejan y aparean los pájaros, de ahí que este período se vea como un símbolo de amor y de creación.
Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego es Eros y a quien los romanos llamaron Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal.
También, y hace muchos siglos, fue tradicional en Inglaterra la «fiesta de los valentinus» donde se elegían a hombres y a mujeres para que formaran pareja. Muchas de estas parejas se convertían en marido y mujer y conseguían la felicidad que se espera encontrar y consolidar el Día de San Valentín.
Otras fuentes centran el origen de la historia de San Valentín en la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. Se cuenta que en el 270 d.C., Claudio II, emperador de Roma prohibió el matrimonio entre los soldados pues estaba convencido de que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla que los hombres casados, porque no estaban emocionalmente ligados a sus familias.
En estas circunstancias aparece la figura de San Valentín, un sacerdote cristiano que ante tal injusticia decide casar a las parejas bajo el ritual cristiano, a escondidas de los ojos romanos. Valentín acumula enorme prestigio en toda la ciudad por proteger a los enamorados y auspiciar bodas secretas y es llamado por el emperador para conocerle. El sacerdote aprovecha aquella visita para hacer propaganda de la religión cristiana y convencer al emperador para que siga los pasos de Jesús.
Aunque en un principio Claudio se sintió atraído por aquella religión que los mismos romanos perseguían, los soldados y el propio gobernador de Roma le obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de Valentín. El emperador romano cambió de opinión y ordenó al gobernador de Roma que procesara al sacerdote. Valentín fue sentenciado a una ejecución en tres partes. Primero le darían una paliza, luego le apedrearían y, finalmente, lo decapitarían.
La misión de condenar al sacerdote la tuvo que llevar acabo el lugarteniente Asterius. Este, cuando estuvo delante del sacerdote, se burló de la religión cristiana y quiso poner a prueba a Valentín. Le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una de sus hijas que era ciega de nacimiento. El sacerdote aceptó y en nombre del Señor obró el milagro. El lugarteniente y toda su familia se convirtieron al cristianismo pero no pudieron librar a Valentín de su martirio. San Valentín fue ejecutado un 14 de febrero.
Mientras estuvo encerrado, su carcelero le pidió que diera lecciones a su hija Julia, quien había sido ciega desde su nacimiento. Una joven preciosa y de mente ágil confió en la sabiduría de Valentino y encontró apoyo en su tranquila fortaleza. Ambos se enamoraron. La víspera de su ejecución, el sacerdote envió una nota de despedida a la chica en la que firmó con las palabras «de tu Valentín», de ahí el origen de las cartas de amor y poemas que se envían los enamorados en la actualidad y de la expresión de despedida «From Your Valentine»; conocida en todo el mundo, adjunta en miles de postales de San Valentín.
Fue enterrado en la que es hoy la Iglesia de Praxedes en Roma. Cuenta la leyenda que Julia plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos.
La historia de San Valentín hubiera quedado ahí si no fuera porque dos siglos más tarde la Iglesia católica la recuperó. Por aquel entonces era tradición entre los adolescentes practicar una curiosa fiesta pagana derivada de los ritos en honor a Lupercus, dios de la fertilidad, que se celebraba el día 15 de febrero.
Era un sorteo mediante el cual cada chico escogía el nombre de una joven que se convertiría en su compañera de diversión durante un año. La Santa Sede quiso acabar con esta celebración pagana y canonizó a San Valentín como patrón de los enamorados.
El cuerpo de San Valentín se conserva actualmente en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni. Cada 14 de febrero se celebra en este templo un acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente.
Sea como fuese, San Valentín se ha convertido en el patrón de todos los enamorados y de todas aquellas personas que quieren tener una pareja.
Existe también otra famosa leyenda en referencia a la fecha, la cual relata la historia de una joven pareja de enamorados que fueron separados por su familia, y que como no podían verse demostraban su amor por medio de mensajes.
Ella encendía una lámpara que iluminaba su ventana y él como respuesta le dejaba una piedra, finalmente en una ocasión la señal no apareció y esperando afuera de la ventana de su amada, el joven murió de frío un 14 de febrero.
Otra de las historias a las cuales se atribuye el origen de la celebración está relacionada con Cupido o el Dios del Amor. Esta relata cómo Cupido se enamora de una joven princesa llamada Psique. Sin embargo, aquel pequeño Dios con su arco y flechas que al herir despertaban el amor, también tuvo que sufrir al no poder ver a los ojos a su amada por que ella era mortal y el viviría para la eternidad, pero los dioses se compadecieron de Psique y la hicieron inmortal para que así pudiera estar junto a su amado.
Detrás de ese 14 de Febrero que celebramos cada año, hubo antes una historia de muerte y amor, afortunadamente hoy, el 14 de febrero, Día del amor o como quiera que le llamemos, es símbolo de alegría y festejo, una fecha ideal para dar, agradar y enamorar.