lunes, 14 de febrero de 2011

Exigen anular a polleros y coyotes; Guatemala pide vía libre a migrantes

NOTICIA-INTERNACIONAL/ALTAR AL DIA

El presidente Álvaro Colom plantea proporcionarles un documento transitorio en su camino a EU

CIUDAD DE GUATEMALA.— El presidente Álvaro Colom propuso al gobierno mexicano dar visas de trabajo temporales a los migrantes y expedir un documento que permita su paso a través del país, como una vía para disminuir los ataques del crimen organizado.
“La regularización de los migrantes le quita argumentos a secuestradores, estafadores, a los coyotes, a los polleros”, aseguró en entrevista con Excélsior. Sobre la masacre de 72 centroamericanos en Tamaulipas, Colom afirmó que “fue espantoso, un golpe muy duro.
Yo recibí los cadáveres de los guatemaltecos muertos”, y en torno al rapto de 50 migrantes en Chahuites, Oaxaca, dijo que lo importante es que se capture a los responsables. Ante esto, propuso crear una fiscalía especializada.
El mandatario admitió: “Estamos contaminados todos, desde Acapulco hasta Colombia”.
Propone Colom legalizar cruce de migrantes
En agosto de 2010, la noticia de la masacre de 72 inmigrantes de Centro y Sudamérica en Tamaulipas cayó como una bomba expansiva en Guatemala: cientos de madres temían que fuera su hijo o su hija uno de los asesinados. Esa preocupación está más que fundamentada, ya que los migrantes que atraviesan México sin papeles lo hacen por las zonas más peligrosas y en varias ocasiones acaban en manos de los secuestradores.
Ante ello, el presidente de Guatemala, Álvaro Colom Caballeros, considera que si el gobierno mexicano proporcionara a esos migrantes un documento para cruzar legalmente México, muchas vidas serían salvadas.
Colom Caballeros recibió a Excélsior en el Salón Maya de la Casa Presidencial de Guatemala, y allí habló del hondo dolor que ha golpeado a cientos de familias guatemaltecas por el plagio o asesinato de los suyos en territorio mexicano.
Expresó también que no le preocupa qué término usen las autoridades mexicanas para referirse al plagio de 50 centroamericanos ocurrido en Chahuites, Oaxaca, el 16 de diciembre de 2010: si le llaman “presunto secuestro” o “secuestro”. Lo importante para él es que resuelvan el caso y castiguen a los culpables.
—Dada la magnitud de la situación de los secuestros a migrantes en México, ¿qué estrategias tendrían que aplicar el gobierno de ese país y de Guatemala?
—Que encontremos el camino fuerte y correcto de la legalización de las personas que están en proceso de migración y, por otro lado, fortalecer nuestras relación con las redes sociales que atienden a los migrantes (albergues).
“Quisiera que los avances fueran muchos más, pero es complejo, tenemos distintas leyes, a veces es una autoridad local, a veces es una autoridad estatal, o departamental en el caso nuestro, pero sí hay mucha preocupación y ocupación en el caso nuestro.
—¿Qué tipo de documento esperaría el gobierno de Guatemala que se les diera en México?
—Serían documentos temporales, transitorios. Por ejemplo, el que funciona muy bien es el de los trabajadores temporales.
—¿Y para los migrantes que no son trabajadores temporales?
—Lo mismo: documentación. Yo creo que eso es fundamental... yo esperaría y estoy seguro que se va a dar, son avances que se tienen que hacer con mucha creatividad, hacerlo distinto que en el pasado, porque si lo hacemos igual vamos a tener los mismos resultados.
“Creo que hace falta armonización de leyes, de reglamentos, de actitudes, tanto de la policía, del ejército. Creo que con el trabajo conjunto, bilateral y, ojalá algún día, regional, podremos mejorar las condiciones de seguridad y de respeto a los derechos humanos de los migrantes.
“Considero que la regularización de los migrantes le quita argumentos a secuestradores, estafadores, a los coyotes, los polleros y todo eso y creo que en ese sentido estamos trabajando con el gobierno de México.”
—¿Ha abordado este tema con el gobierno mexicano?
—Hace unas dos semanas, el presidente (Felipe) Calderón me invitó a una reunión en Chiapas. Se canceló por algo completamente ajeno al tema, pero la reunión era para revisar y extender estos acuerdos que tenemos de frontera, de permisos temporales y creo que es lo correcto.
“Entiendo al presidente Calderón, al gobierno: hay un problema serio en la región, de agresión del crimen organizado y liberar todas las cosas a la vez puede provocar otro tipo de problemas.”
—En los testimonios de migrantes se repiten los casos en los que policías e incluso agentes de migración son cómplices de los secuestros. ¿Cree que el gobierno mexicano está haciendo lo suficiente para combatir esta corrupción?
—Definitivamente en nuestros países uno de los efectos perversos del crimen organizado es el efecto de corrupción, la capacidad de comprar voluntades es infinita... y nosotros hemos tenido casos de policías... fundamentalmente en la Policía Nacional Civil tuvimos un proceso de depuración fuerte en 2008, en 2009.
“Creo que el pueblo y el gobierno mexicanos están haciendo un esfuerzo impresionante. Tal vez lo que funcionaría sería aplicar una fiscalía especializada en todos los abusos y los crímenes contra migrantes, eso podría funcionar en México, pero ésa es una decisión del gobierno mexicano.
“Porque es un tema que ya es de primer orden, diario, recurrente. Una fiscalía donde se especializaran las investigaciones ayudaría. Nosotros de nuestra parte creamos dos nuevos consulados en México el año pasado y este año se va a crear uno en Veracruz y otro en Tuxtla, y eso también ayuda porque es un lugar de referencia del migrante.
—¿Qué piensa de la declaración que hizo hace un mes el subsecretario para América Latina y el Caribe de la cancillería mexicana, Rubén Beltrán Guerrra, de que el secuestro de migrantes no se origina en territorio mexicano, sino en los diferentes países de Centroamérica?
—Pensaría que estamos contaminados todos. Donde hay un criminal de éstos hay cualquier tipo de posibilidades de delitos, todos tenemos esa generación de maldad, nuestra región está realmente agredida por el crimen organizado. Si uno ve los mapas con las trazas aéreas y marítimas del crimen organizado, parecen dos manos que están estrangulando la región.
—¿Qué significó para Guatemala la masacre de los 72 migrantes en Tamaulipas y cómo calificaría los avances que ha habido en el caso?
—Un hecho espantoso, un golpe muy duro para todos, especialmente para las familias afectadas. Yo recibí los cadáveres de los guatemaltecos, vi a las familias. Una tragedia impresionante. Yo esperaría un resultado contundente con los responsables. Entiendo que es complicado, que son redes de crimen organizado y no es fácil capturar a todos, pero no hay que dejar de hacer esfuerzos.
—¿Qué opinión le merece el hecho de que en el caso del plagio de Chahuites, ocurrido en diciembre de 2010, el Instituto Nacional de Migración se siga refiriendo al caso como un “presunto secuestro”?
—En ese sentido, yo pongo como ejemplo cuando se empezaron a tratar los acuerdos de paz en Guatemala: sólo en definir si era conflicto armado interno o guerra pasamos no sé cuantos años, un lado decía conflicto armado, otro decía guerra. La verdad lo que queríamos era la paz. El cómo se le llamaba al problema era irrelevante.
En el caso de Chahuites lo importante es que el resultado de la investigación llegue a la captura de los implicados.
—¿Qué estrategias sustantivas se están diseñando a nivel regional para enfrentar esta situación?
—En ese sentido, con los gobiernos de los presidentes Calderón, (Porfirio) Lobo (Honduras) y (Mauricio) Funes (El Salvador) estamos haciendo un esfuerzo para realmente empezar a compatibilizar un plan regional para combatir el crimen organizado, yo veo que es la única solución.