jueves, 17 de febrero de 2011

CRECEN PROTESTAS EN EL MUNDO ÁRABE INSPIRADAS EN EGIPTO

NOTICIA-INTERNACIONAL/ALTAR AL DIA



Mientras en Libia se vive un ‘día de la ira’ con miles de protestas, en Yemen manifestantes se rebelan en contra del ejército

EL CAIRO,EGIPTO.- El mundo árabe vive una revolución tras la caída del presidente egipcio Hosni Mubarak, múltiples manifestaciones se han desatado en países como Libia, Bahréin, Yemen, Argelia y Túnez.

Libia vive ‘día de la ira’

Manifestantes libios que pretenden desalojar al líder Moamar Gadafi hicieron caso omiso a la represión y salieron el jueves a las calles en cuatro ciudades en lo que los activistas caracterizaron como un "día de la ira". Mientras tanto, circulaban versiones de que por lo menos 14 manifestantes murieron en choques con fuerzas progubernamentales.

La organización Human Rights Watch, con sede en Nueva York, dijo que las fuerzas de seguridad interna también arrestaron a por lo menos 14 personas. Cientos de manifestantes progubernamentales marcharon por la capital, Trípoli, donde bloquearon el tránsito en algunos sitios, dijeron testigos.

Un cibersitio de la oposición y un activista opositor dijeron que se produjeron incidentes durante marchas en cuatro ciudades el jueves. Los organizadores usaron espacios en la red, como Facebook y Twitter, para convocar a manifestaciones a nivel nacional.

"Hoy los libios rompieron la barrera del temor", exclamó Faiz Jibril, un líder de oposición en el exilio.

El gobierno de Gadafi se movilizó rápidamente para tratar de impedir que los libios se sumen a la ola de levantamientos en la región que han desbancado a los mandatarios de Egipto y Túnez. Propuso duplicar los salarios de los empleados públicos y dejó en libertad a 110 supuestos militantes islámicos de oposición, tácticas similares a las adoptadas por otros regímenes árabes que enfrentan protestas masivas.

Yemen desafía al ejército

Miles de manifestantes yemeníes desoyeron los llamados a la calma de las fuerzas armadas y del clérigo islámico más influyente del país y marcharon el jueves por la capital, en su campaña para derrocar al presidente, un aliado de Estados Unidos.

Los manifestantes rechazaron ataques de policías y partidarios del gobierno que blandían garrotes y dagas. Vehículos municipales llevaron palos y piedras al bando gubernista, dijeron testigos.

Desde hace siete días se multiplican las protestas en la capital y otras ciudades del país más pobre del mundo árabe, desgarrado por conflictos tribales, rebeliones armadas y otros males.

Inspirados por las insurrecciones en Egipto y Túnez, los yemeníes han salido a la calle a exigir la renuncia del presidente Alí Abdulá Salé, quien lleva 32 años en el poder, tres más que el egipcio Hosni Mubarak, expulsado del poder hace una semana. Reclaman sobre todo el medidas contra la pobreza y la corrupción.

La promesa de Salé de no presentarse a reelección en 2013 ni instalar a su hijo como sucesor no han logrado aplacar la tormenta en Yemen, similar a las que arrasan Libia y Bahrein.

El presidente de Yemen es un aliado importante de Washington en la lucha contra al-Qaida, cuya rama local ha sido vinculada con ataques más allá de la fronteras del país, incluido el intento de colocar una bomba en un avión de pasajeros que volaba a Detroit en diciembre de 2009.

Las protestas del jueves comenzaron con pequeñas concentraciones de estudiantes que marchaban hacia el centro de Saná. Muchas más personas se les unieron al comenzar los enfrentamientos con la Policía y partidarios del gobierno.

"El pueblo quiere derrocar al presidente, el pueblo quiere derrocar el régimen", coreaban los manifestantes.

Testigos dijeron que la Policía intentó dispersarlos con disparos al aire. Una decena de manifestantes y varios policías sufrieron heridas.

Agentes de seguridad dijeron que la Policía arresto a medio centenar de manifestantes.

Se reportaron choques en la ciudad portuaria de Adén y otras poblaciones.

Los activistas que impulsan las protestas han convocado a una "jornada de furia" el viernes.

Iraquíes piden mejores servicios

Centenares de manifestantes se congregaron el jueves en esta ciudad del sur iraquí para reclamar la renuncia del gobernador local, en tanto otros tomaron un edificio oficial, en las muestras más recientes de la furia que se extiende por todo el país ante la ineficiencia de los servicios y el elevado desempleo.

Unas 600 personas se congregaron frente a la sede del gobierno provincial y forcejearon con la Policía, aunque en general el acto fue pacífico, según testigos.

"Exigimos el despido del gobernador de Basora porque no ha hecho nada bueno por Basora", dijo Mohamed Alí Jasim, un padre de nueve hijos que salió a protestar en la segunda ciudad del país, 550 kilómetros al sureste de Bagdad.

En Nasir, 270 kilómetros al sur de Bagdad, decenas de manifestantes irrumpieron en la sede municipal y la incendiaron, dijo un policía en la capital provincial de Nasiriyá, hablando bajo la condición de anonimato.

Cinco policías sufrieron heridas y otros manifestantes fueron detenidos antes de que se impusiera el toque de queda en la ciudad, dijo el agente.

Las pequeñas manifestaciones se han convertido en un suceso casi diario en las provincias, donde la gente goza de libertades políticas pero escasa prosperidad económica.

Un día antes, en la ciudad de Kut, unas 2 mil personas apedrearon oficinas del gobierno local, incendiando algunos edificios, incluyendo la casa del gobernador. Kut está 60 kilómetros al sur de Bagdad.

Testigos dicen que la Policía y soldados le dispararon a manifestantes que apedrearon las oficinas gubernamentales y tomaron control de vehículos militares.