La chatarra sólo aporta calorías para el cuerpo, pero los menores necesitan alimentos sanos, consideran especialistas
CIUDAD DE MÉXICO.- Con el regreso a clases el pasado 10 de enero, se establecieron límites en la venta de la comida chatarra dentro de las tienditas escolares, ya que la SEP estableció los Lineamientos Generales para el expendio y venta de alimentos y bebidas en tiendas escolares, pero ¿qué alimentos son considerados como junk food (comida chatarra)?
El nutriólogo Mario Sesma explicó que el término se usa para describir los alimentos con poca cantidad de nutrientes, pero con altos niveles de azúcar, grasa y sal.
De tal modo que “cuando hablamos de comida chatarra, estamos haciendo referencia a frituras, pastelitos, golosinas y refrescos; sin embargo, también hay que incluir alimentos que preparamos en casa como un pan con mantequilla, hamburguesa, tortillas fritas o pollo frito”, subrayó el especialista.
El alto contenido de grasa, azúcar y sal son elementos que el cuerpo puede obtener en exceso con mucha facilidad y por tanto el organismo corre el riesgo de desarrollar sobrepeso, obesidad, anemia y hasta diabetes.
El problema de salud adquiere mayor peso entre los infantes, pues si los niños tienen un elevado consumo de chatarra están en peligro de acortar su expectativa de vida; es decir, que en vez de aspirar a 75 años pueden fallecer a los 50 años, debido a problemas relacionados con el sobrepeso.
Estudios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estiman que si los padres de familia no corrigen los hábitos alimenticios de la población infantil, es posible que en 20 años las consecuencias sean perceptibles en el deterioro de su salud y en muertes prematuras.
Especialistas en nutrición, como Mario Sesma, señalan que la educación alimentaria empieza en el hogar, pero sin duda alguna la escuela es clave en la promoción de una alimentación saludable, porque en este espacio consumen un lunch o compran un refrigerio que no debe rebasar las 300 calorías para preescolares y alumnos de primaria, ni superar las 400 calorías en el caso de los estudiantes de secundaria.
Pero si el lunch está mal balanceado puede representar la tercera parte de la energía que deben consumir al día y por tanto conlleva al sobrepeso.
Ante esta situación, el refrigerio escolar tiene que dejar de ser un simple aporte de calorías para el cuerpo y convertirse en un lunch que nutra su organismo y alimente su aprendizaje escolar.
Los especialistas señalan que los dulces, refrescos y frituras constituyen la comida chatarra, porque no nutren, pero sí proporcionan altos contenidos calóricos, pero ¿qué hay en cada uno de estos tipos de alimentos poco nutritivos?