Por Marcos Fco. López Robles
Hoy Toca… “Nos apendejamos PESP”…Las denuncias y desmanes de los cobra cuotas de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP), quienes son acompañados por elementos de la Policía Estatal Investigadora, ahora se creen dueños de Caborca y se sienten con las ínfulas de regañar a cuanto ciudadano se les atraviesa, y como si eso no fuera poco piden dinero a diestra y siniestra, dinerito que sirve para acabalar la cuota que les pide en Hermosillo, Sonora, alguien muy pesado para que se les permita continuar en esta ciudad la cual desgraciadamente han desvencijado a diestra y siniestra, sin que nadie les ponga un hasta aquí.
Las esporádicas acciones no justifican que este presunto grupo de “elite” mandado a Caborca, para según ellos proteger a la ciudadanía, ahora se encuentre convertido en un verdadero grupo dedicado al asalto en despoblado.
Además de tener que soportar el trato prepotente y descortés de algunos elementos de esta dependencia estatal, pasándose la mayor parte de su valioso tiempo en tiendas de lujo de Caborca, comprando artículos que nunca soñaron tener, con dinero que reciben como pago por dejar correr el agua, como siempre ha corrido en esta ciudad.
Como el pseudo agente señalado en la foto que adorna esta columneja de relajación mental y corporal, quien simplemente es un pendejo con charola.
Ya que en Hermosillo los traen a raya y pues se les complica y no pueden andar fregando gente, pero aquí en Caborca están sueltos y pues simplemente se deschongan y gastan lo que no ganan con su sueldo, sintiéndose la ultima coca cola en el desierto, para nadie es un secreto que más de un ciudadano ha sido víctima de estos policías, que mas bien que vigilar vienen a robar.
Para muestra un botón, este operativo de PESP y PEI se les conoce en Caborca como “El Pei-leton” porque parece que tienen niños desamparados y se la llevan pidiendo “ayudas” económicas. Desde los doscientos pesos a lo que se pueda, (es mas hasta bicicletas se roban) esas son las cuotas que piden cuando por mala suerte caes en manos de ellos sin alguna identificación, o simplemente porque se les ocurrió que eres una persona sospechosa y de alta peligrosidad.
Aquí en Caborca, las cosas siguen igual o tal vez tantito peor, ejecuciones y cuantas cosas usted guste pensar, así que de nada sirven estas fuerzas especiales en Caborca, usando la prepotencia del mundo cuando circulan por las polvorientas calles de Caborca, y dice el dicho piensa mal y acertaras quien sabe si el mismo Procurador del estado de Sonora Abel Murrieta Gutiérrez este metido en “la polla”, porque me imagino que algún jefe deben de tener “arriba”, al cual rendirle cuentas y dinero.
Señores PESP, no vienen a Caborca arrear indios a sombrerazos, bájense de su nube, y dejen de andar chingando gente, robándola y dándose ínfulas que no les corresponden, Caborca es de los caborquenses, no de “pela gatos” que vienen a esta ciudad a robar, y nada más; manchando la de por si escasa buena reputación de una Policía Estatal de Seguridad Publica creada para la seguridad de los Sonorenses, no para que con ese poder que tienen, se pasen de la raya.
Todos aquí sabemos que traen mucha hambre, pero en el pedir señores de la PESP está el dar, y pues si el sueldito que les pagan no les alcanza para sus caprichos, pues simplemente renuncien y váyanse a robar a otra parte; o de plano métanse de narcos que creo les falta muy poco para llegar a ese punto.
Déjense de andar persiguiendo a padres de familia que nada deben ni temen, asuntando a niños y mujeres cuando les hablan fuerte, ni andar amenazando a nadie, si ya saben donde están los malos, pero señor don dinero les tiene atadas las manos, todos sabemos eso en Caborca, a quien quieren engañar.
Desgraciadamente ustedes son la autoridad, y de cierta forma les debe respeto la ciudadanía, pero cuando uno de ustedes traspasa esa raya, pues la reacción de seguro será poco alentadora, en este caso para ustedes.
Ya no le den “calentadas” a los detenidos, para que se declaren culpables como el caso de los jóvenes que detuvieron y acusaron de un presunto secuestro, a quienes les dieron hasta con la cubeta de los papeles, para sacarles “la confesión”.
El padre de familia que los denuncio del Fraccionamiento Real de los Viñedos, a quien casi le tumban la puerta a patadas, amenazándolo con dispararle en caso de que no saliera. Esa es la “inteligencia” que tenemos en la Policía de Sonora, para después salir con un “usted disculpe” nos apendejamos.
Señor Ernesto Munro Jefe de la Secretaría Ejecutiva de Seguridad Pública voltee para Caborca y este mas al pendiente de los desmanes que comenten estos angelitos en la Perla del Desierto y como debe de ocurrir en algunas otras ciudades para nuestra mala suerte.
Hasta la próxima…
Las esporádicas acciones no justifican que este presunto grupo de “elite” mandado a Caborca, para según ellos proteger a la ciudadanía, ahora se encuentre convertido en un verdadero grupo dedicado al asalto en despoblado.
Además de tener que soportar el trato prepotente y descortés de algunos elementos de esta dependencia estatal, pasándose la mayor parte de su valioso tiempo en tiendas de lujo de Caborca, comprando artículos que nunca soñaron tener, con dinero que reciben como pago por dejar correr el agua, como siempre ha corrido en esta ciudad.
Como el pseudo agente señalado en la foto que adorna esta columneja de relajación mental y corporal, quien simplemente es un pendejo con charola.
Ya que en Hermosillo los traen a raya y pues se les complica y no pueden andar fregando gente, pero aquí en Caborca están sueltos y pues simplemente se deschongan y gastan lo que no ganan con su sueldo, sintiéndose la ultima coca cola en el desierto, para nadie es un secreto que más de un ciudadano ha sido víctima de estos policías, que mas bien que vigilar vienen a robar.
Para muestra un botón, este operativo de PESP y PEI se les conoce en Caborca como “El Pei-leton” porque parece que tienen niños desamparados y se la llevan pidiendo “ayudas” económicas. Desde los doscientos pesos a lo que se pueda, (es mas hasta bicicletas se roban) esas son las cuotas que piden cuando por mala suerte caes en manos de ellos sin alguna identificación, o simplemente porque se les ocurrió que eres una persona sospechosa y de alta peligrosidad.
Aquí en Caborca, las cosas siguen igual o tal vez tantito peor, ejecuciones y cuantas cosas usted guste pensar, así que de nada sirven estas fuerzas especiales en Caborca, usando la prepotencia del mundo cuando circulan por las polvorientas calles de Caborca, y dice el dicho piensa mal y acertaras quien sabe si el mismo Procurador del estado de Sonora Abel Murrieta Gutiérrez este metido en “la polla”, porque me imagino que algún jefe deben de tener “arriba”, al cual rendirle cuentas y dinero.
Señores PESP, no vienen a Caborca arrear indios a sombrerazos, bájense de su nube, y dejen de andar chingando gente, robándola y dándose ínfulas que no les corresponden, Caborca es de los caborquenses, no de “pela gatos” que vienen a esta ciudad a robar, y nada más; manchando la de por si escasa buena reputación de una Policía Estatal de Seguridad Publica creada para la seguridad de los Sonorenses, no para que con ese poder que tienen, se pasen de la raya.
Todos aquí sabemos que traen mucha hambre, pero en el pedir señores de la PESP está el dar, y pues si el sueldito que les pagan no les alcanza para sus caprichos, pues simplemente renuncien y váyanse a robar a otra parte; o de plano métanse de narcos que creo les falta muy poco para llegar a ese punto.
Déjense de andar persiguiendo a padres de familia que nada deben ni temen, asuntando a niños y mujeres cuando les hablan fuerte, ni andar amenazando a nadie, si ya saben donde están los malos, pero señor don dinero les tiene atadas las manos, todos sabemos eso en Caborca, a quien quieren engañar.
Desgraciadamente ustedes son la autoridad, y de cierta forma les debe respeto la ciudadanía, pero cuando uno de ustedes traspasa esa raya, pues la reacción de seguro será poco alentadora, en este caso para ustedes.
Ya no le den “calentadas” a los detenidos, para que se declaren culpables como el caso de los jóvenes que detuvieron y acusaron de un presunto secuestro, a quienes les dieron hasta con la cubeta de los papeles, para sacarles “la confesión”.
El padre de familia que los denuncio del Fraccionamiento Real de los Viñedos, a quien casi le tumban la puerta a patadas, amenazándolo con dispararle en caso de que no saliera. Esa es la “inteligencia” que tenemos en la Policía de Sonora, para después salir con un “usted disculpe” nos apendejamos.
Señor Ernesto Munro Jefe de la Secretaría Ejecutiva de Seguridad Pública voltee para Caborca y este mas al pendiente de los desmanes que comenten estos angelitos en la Perla del Desierto y como debe de ocurrir en algunas otras ciudades para nuestra mala suerte.
Hasta la próxima…
