miércoles, 27 de octubre de 2010

EMPIEZAN A LLEGAR “MIGRANTES”.


ALTAR, SONORA.- Actualmente el eje donde descansa la economía local de nuestro Municipio, es sin lugar a duda el fenómeno migratorio, donde nuestra cabecera Municipal se convierte en la sala de espera de miles de hermanos migrantes que aun persiguen el famoso y anhelado “sueño americano”.
Noviembre es considerado por los comerciantes de la localidad como el mes que marca el inicio de “la temporada” como ellos le llaman a la presencia de personas provenientes de otros Estado del País, con la intención de cruzar hacia Estado Unidos.
En las calles de la cabecera Municipal ya se aprecia la presencia de algunos grupos, y en la Plaza Pública que es el lugar que se ha convertido en el centro de concentración de los migrantes, se logran ver personas con rasgos característicos, de los Estados del Sur de la República, que acuden, a cubrir alguna necesidad ya sea, de comida o de compra de artículos que utilizaran para “el cruce”.
“Creo que va hacer una buena temporada", nos dice un chofer de las “vans”, está llegando un poco de paisano, continúa diciendo, eso si no como el año 2000, “que chulada”, ahí si llegaban como 800 diarios, y pues ya sabrás como andamos , los de las vans, yo lograba hacer tres o cuatro viajes por día, era una “chinguita” , pero todo bien; nos dice así como queriendo bajarle el tono a la palabra.
“La Temporada”, inicia en Noviembre y concluye en Marzo, asegura uno de los personajes, con mayor experiencia en esto de “cruzar paisas”, mire jefe nos dice, la neta es que todo el año hay paisas, acá en Altar pero en estos meses es cuando “arrecia su presencia”.
La migración sigue siendo para la mayoría de los habitantes de las comunidades indígenas y de mayor rezago social, la válvula de escape y la esperanza de mejorar su calidad de vida.
Hay quienes condenan y señalan al migrante como un ser que solo va en busca de aventuras otros más los ven como criminal. Lo que si es cierto es que este flujo de personas de diferentes partes del País, se convierte para los comerciantes de Altar, una vez más en la esperanza de reactivar sus negocios.