sábado, 23 de octubre de 2010

COLUMNA: RECUERDOS DE MORRONANGEL DE ATIL










Por: Ramón Angel Ortiz
Hey raza, aquí de nuevo como quedamos la vez pasada con tantas cosas por recordar de nuestro pueblo, recuerdan como teníamos bienes comunitarios, contábamos con muchos servicios si así es chamacos, de las neuvas generaciones.
Podríamos decir que el pueblo de sus padres, el Atil no carecía de nada, imagínense ustedes teníamos un CINE era del Sr. Federico Celaya con todas las condiciones de un cine completo, contaba con sala audiovisual pantalla dimensional cuarto de proyección con piso a desnivel butacas individuales taquilla y el espacio de sala de espera o de snak como le llaman ahora lo manejaba el Sr. Juan Góngora de altar, y se proyectaban los mas nuevos estrenos del cine mexicano; también contábamos con ESTACIÓN DE GASOLINA del Sr. René Celaya ,se trataba de una bomba cilíndrica de unos dos metros de alto con una palanca roja recuerdo bien, a la orilla de la banqueta donde llegaban los carros y se estacionaban pagabas tus 20 o 30 pesos de gasolina y empezaba René a palanquear en un rítmico vaíven y empezaba a fluir de la parte de arriba de un cilindro trasparente y numerado con los litros en escala asta que llegaba el fluido a la cantidad según lo que el clienta había pagado y listo el que sigue, eso sí con la lengua mordida René todo el tiempo que palanqueaba, anexo a la gasolinera tenia René ,su ALMACÉN DE ABARROTES en general que le llamábamos “la ruedita”, por un anuncio luminoso de gran tamaño que era una llanta marca general popo ,que era la marca que ahí se vendían no dejaba de rodar toda la noche, ahí encontrabas de todo ferretería, arreos de vaqueros, indumentaria agrícola, ropa de trabajo sombreros ,monturas carretillas etc. etc. también recuerdo la TIENDA DE ROPA de Nacho Miranda con sus anaqueles y vitrinas de exhibición ahí encontrabas ropa para niños, adultos y todo para los bautizos, así como contaba con surtido de zapatería una tienda completa para toda la familia, y qué decir del HOTEL de Roberto Celaya que tenia 5 0 6 cuartos acondicionados con su respectivo catre de lona y su baño acondicionado con todas las comodidades, para que el huésped que nos visitara ya sea de placer, o de trabajo o el que venía a ver una que otra novia.
Claro que la distracción para los papás trabajadores no faltaba estaba EL BILLAR de Don Guillermo Padilla donde por las tardes noches se reunías los señores mayores a disfrutar una mesita de billar o de carambola con los amigos. LA PLANCHADURÍA de Doña María Rita ahí el cliente le llevaba la ropa y ella se encargaba de dejarla al detalle. LA CARNICERÍA de Don Enrique Celaya que paseaba la vaca por todo el pueblo a todo pitido para que supiéramos que iba a tener carne fresca y la bandera roja que colocaba a la entrada del negocio, como seña de que aun había carne, también teníamos EL CONSULTORIO del Dr. calderón, con todas las necesidades para atender a sus pacientes que le consultaban, para cortarse el pelo estaba LA PELUQUERÍA del Sr. Rubén Tirado con su anuncio tipo caramelo que distingue característico de este servicio, contaba con un equipo completo, recuerdo la silla, con todos sus aditamentos y su palanca que utilizaba Rubén magistralmente para colocar al cliente en la posición deseada para culminar con un corte de pelo de entera satisfacción, salía uno con el cuello blanco con talco para bebe. Que bárbaro parece que fue ayer, y como no, también LA CENADURÍA que atendieron mis padres Don Alberto Ortiz y Petra de Ortiz, donde se degustaba antojitos con todo es sazón de mi señora madre. Oiga usted LA PANADERÍA de Doña Chuy, que llenaba el pueblo con aroma a pan de levadura recién horneado a eso de las 5 o 6 de la mañana mmm!! LAS REFRESQUERÍAS de Raúl Urías y de Betty mi hermana con variados colores y sabores a que bárbaro!! LA CANTINA las cuatro milpas, EL EXPENDIO del Toni Reyna donde nos reuníamos los jóvenes menores de edad a escuchar las ultimas novedades musicales, recuerdo que le encargábamos al Toni cada quien las canciones de su gusto y si, nos traía los discos y se los colocaba a la radiola para nuestra satisfacción, recuerdo que un día Rommel Celaya le encargo la canción “casas de cartón”, y llegamos y le dijo el Toni Rommel ahí esta tu disco que me pediste bueno dijo Rommel pero ahorita no traigo el peso para escucharla, se levanto el Toni con la peculiaridad que lo caracterizaba de ocurrente levanto la tapa de la rokola saco el disco y lo tiro a la basura arrancando las carcajadas de todos los que ahí estábamos, y para las enfermedades ahí estaba LA FARMACIA y bien surtidita recuerdo era de una señora que se llamaba Doña Guillermina. también contábamos con LA HERRERÍA de fragua que tenía el Sr. “Jesusón” donde le mandaban fabricar herraduras o reconstruir lo cual hacia a pura fragua , y a la hora de saber si llueve o no estaba un CENTRO METEREOLÓGICO el cual atendía un Sr que lo conocíamos con el mote del “muecas” por una manía que tenia de “enchuecar” la boca constantemente, recuerdo que a eso de las 3 o 4 de la tarde pasaba el reporte del tiempo a Hermosillo diariamente con un aparato que tenia que darle cuerda por medio de una manivela y que le dejaba una opción de unos 30 segundos para poderse comunicar pero para lograrlo tenia que intentarlo por largos períodos de tiempos , y ese tiempo invadía la programación de la radio con su confundible vos diciendo, morcio ,morcio, morcio adelante morcioooo, con tal suerte para nosotros que era la hora que pasaban una radionovela que se titulaba chucho el roto y ya sabrán las maldiciones que recibía, y como no éramos un pueblo aislado para comunicarnos “pa’ juera” teníamos una OFICINA DE TELÉGRAFOS Y CORREOS, y se me escapaba de mi memoria el ESTUDIO FOTOGRÁFICO con todos los servicios incluyendo revelado luces y sombras que instalo la Sra. Beatricita esposa de Beto Reyna y estoy seguro amigos que algunos otros servicios más se escapa a mi memoria.
Pero bueno , será la próxima semana cuando los abordaremos, mientras me despido no sin antes desearles lo mejor, como dice el dicho “recordar es vivir” pues ya vivimos un tiempo en blanco y negro nos vemos pronto para seguir recordando tantas y tantas anécdotas que andan por ahí.

Puro pa’ delante y nada pa’ tras.

Dios los bendiga