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MÉRIDA, 30 de octubre.- Darvin Vázquez Ucán, el agente de la Secretaría de Seguridad Pública que fue dado de baja en forma deshonrosa luego de que fue filmado sosteniendo relaciones sexuales en un vehículo oficial y en horas de trabajo se dijo arrepentido de sus actos aunque sostiene que fue “humillado en exceso” al grado de que ahora no sale de su casa para no ser visto por la gente.
El agente admitió que merecía el castigo de perder su empleo, pero no ser exhibido de manera pública pues, según dijo, estas versiones lastimaron de por vida a su familia.
No he salido de mi casa; me siento deprimido. No sé qué voy a hacer. Tendré que empezar de nuevo, pero difícilmente alguna empresa me dará trabajo”, refiere en su modesta vivienda, ubicada al sur del estado, según narra en un video, que fue difundido en esta ciudad por un portal local en redes sociales.
El agente confesó que su esposa desconoce el asunto del video en que fue captado sosteniendo relaciones con otra mujer y que únicamente sabe que lo dieron de baja por un error. Hasta ahora, dice, no sabe cómo explicarle, pues se encuentra embarazada.
Vázquez Ucán, de 31 años de edad, tenía ocho años en la corporación. Asegura que le gustaba ser policía y que lamenta profundamente que sus compañeros le dieran la espalda.
Me trataron como al peor delincuente y lo que hice estuvo mal, pero no entiendo por qué me exhibieron para dañar a mi familia”, reitera. Agregó que al perder su empleo se queda “endeudado” y sin que nadie me ayude y lo peor, “quien sabe cuánto tiempo pasará para que busque chamba”.
Derechos Humanos avala castigo
Por su parte, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Yucatán, Jorge Victoria Maldonado, consideró que se cumplió con lo establecido en el Código de la Administración Pública de Yucatán.
El ombudsman yucateco afirmó que la Secretaría de Seguridad Pública cumplió la legislación aplicable al despedir al elemento que fue exhibido mientras sostenía un encuentro sexual.
Victoria Maldonado precisó que es claro lo establecido en la Fracción XXXVII del Código de la Administración Pública de Yucatán, que señala que los integrantes de la corporación deberán abstenerse de realizar conductas que desacrediten su persona o la imagen, dentro y fuera del servicio.
Sostuvo que el tema de seguridad pública es muy sensible para la sociedad, por lo que la imagen de la corporación debe ser de confianza y garantía para los ciudadanos.
Sin duda este tipo de actos pueden afectar el trabajo realizado por una corporación que se esfuerza por mantener la seguridad y paz que gozamos en Yucatán, y si un elemento cometió una falta grave se debe aplicar lo establecido en el Código de Administración Pública que lo rige”, sostuvo.
No es nuevo
La reciente degradación de dos agentes y un jefe de sector de la SSP no es nuevo en Yucatán, pues anteriormente la corporación policíaca ya había hecho lo mismo en julio de 2011 contra dos elementos que incurrieron en conductas deshonestas.
Fuentes de la corporación señalaron a Excélsior que no es primera vez que se realiza este tipo de ceremonias ante las faltas que han cometido agentes que han sido grabados, como el caso de Roberto Domínguez Trejo y Víctor Enrique Ávila Mezquita, quienes tenían los grados de primer oficial y policía segundo, respectivamente, y fueron degradados por acuerdo de la Comisión de Honor y Justicia de la SSP.
De inmediato se dio curso a su baja de la Corporación en los términos establecidos en la Ley Federal del Trabajo y la Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado y los Municipios de Yucatán.
Domínguez Trejo y Ávila Mézquita estaban de servicio en el municipio de Tizimín y aceptaron sobornos de un automovilista.
