NOTICIA-NACIONAL/ALTAR AL DIA
CIUDAD DE MÉXICO.- La primera promesa del senador del Partido Verde Jorge Emilio González Martínez al pasar esa puerta blanca de la aduana del Centro de Sanciones Administrativas, conocida como El Torito, fue no volver a tomar una sola copa cuando maneje un vehículo.
El arrepentimiento no sólo se reflejaba en su rostro, sino en sus palabras, al completar las 13 horas con 40 minutos de las 20 que le fueron impuestas por manejar en estado de ebriedad la madrugada del domingo pasado.
“A mí me deja una experiencia —la falta que yo cometí, tomar cuatro tequilas y manejar—: jamás voy a manejar si tomo una sola copa, jamás. Estoy arrepentido totalmente, jamás vuelvo a manejar si tomo una cerveza”, dijo en sus primeras declaraciones al salir puntual a las 21:45 horas de ayer miércoles.
Alguien dijo que esa era la manda de un crudo arrepentido, pero González Martínez además de reconocer y pedir que el alcoholímetro se generalice para que opere en todo el país, habló de la experiencia de estar recluido.
“Nunca había conocido, esta es una cárcel administrativa, pero nunca había conocido una cárcel; la gente es muy profesional, muy atenta con todos, muy metódica, hay pláticas y videos, hay convivencia, está todo muy ordenado”, dijo reflexivo el senador y ex dirigente del Partido Verde.
A propósito de videos, personal del centro comentó que el legislador fue participativo en las pláticas de Alcohólicos Anónimos, y durante la presentación de un video alusivo a los accidentes provocados por la ingesta de alcohol lo impactó visiblemente.
También desde que determinó desistir del amparo que lo dejó libre la mañana del domingo, para cumplir con su arresto inconmutable, Jorge Emilio decidió llevar su propia comida que consistió en una tanda de sándwiches.
Se resistió a probar el menú de la comida que se sirvió a las 13:00 horas, el cual consistió en sopa de codo con salsa de perejil, cerdo en adobo y caldo de haba, tampoco probó bocado alguno en la cena cuando le ofrecieron atole de chocolate, tinga de pollo y una mandarina, cambió esa tanda por una sopa Maruchan.
En algunas ocasiones se le vio fumando en el patio para matar el tiempo.
Al salir justificó que tramitó un amparo, porque ese día no llevaba ni un suéter ni comida, además porque todos los detenidos salieron con amparo.
Excélsior publicó el lunes, que de acuerdo con reportes de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, González Martínez se identificó cómo Jorge Rodríguez, de 40 años, y se negó a practicarse la prueba de alcoholemia, pero sus escoltas revelaron que se trataba del senador del Partido Verde.
“Yo vine a cumplir mi deber como ciudadano, ya cumplí mis 20 horas como ciudadano. Me llevo una reflexión importante de no volver a tomar nunca jamás”, reiteró.
Como uno más salió, sin fuero que valga, sin traje, vestido con una sudadera gris, jeans y tenis de color amarillo, su recepción fueron centenares de flashes, decenas de cuestionamientos por su proceder y la compañía de algunos de sus colaboradores, quienes en una carpeta de color blanca guardaban para mostrarle el sinfín de recortes periodísticos de este periplo que vivió el llamado Niño verde en las últimas horas.
Llegó el momento en el que González Martínez tuvo que parar las preguntas con un “ya estuvo” para subir al asiento del copiloto de una camioneta Suburban gris que ya lo esperaba a unos metros, y antes de retirase aceptó un papel que le entregó un ciudadano y lo firmó para después observar ese letrero en la parte alta en que se lee: Centro de Sanciones Administrativas.
Cambio de nombre
Excélsior publicó, el 18 de febrero, que el ex dirigente del Partido Verde fue remitido al Torito.
La madrugada del domingo , el senador del Partido Verde Jorge Emilio González Martínez fue detenido y remitido al Torito, luego de ser detectado en uno de los retenes instalados por el programa “Conduce sin alcohol”, de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
De acuerdo con reportes de la dependencia, González Martínez se identificó cómo Jorge Rodríguez, de 40 años, y se negó a practicarse la prueba de alcoholemia, pero sus escoltas revelaron que se trataba del senador del Partido Verde.
González Martínez fue trasladado al Centro de Detenciones Administrativas, el cual abandonó horas después gracias a un amparo
