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CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI visitó hoy en la cárcel vaticana a Paolo Gabriele, su ex mayordomo responsable de haberle robado cientos de documentos confidenciales, para decirle personalmente que le perdona y le concede el indulto.
Según informó el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, el encuentro tuvo lugar en la sala de coloquios del cuartel general de la Gendarmería Vaticana, duró unos 15 minutos y después del mismo el detenido fue excarcelado.
Gabriele había sido condenado a 18 meses de prisión el 6 de octubre, tras haber sido encontrado culpable del delito de “robo con agravantes” por un tribunal civil del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Fue liberado
“Se trató de un gesto paterno hacia una persona con la cual el Papa compartió por algunos años una cotidiana familiaridad. Sucesivamente, el señor Gabriele ha sido excarcelado y regresó a casa”, dijo Lombardi.
“Si bien no puede retomar el precedente trabajo y residir en El Vaticano, la Santa Sede confiando en la sinceridad del arrepentimiento manifestado, ha decidido ofrecerle la posibilidad de reiniciar con serenidad la vida junto a su familia”, agregó.
El portavoz precisó que, teniendo en cuenta justamente su situación familiar (está casado y tiene tres hijos), se le ofrecerá un alojamiento y un nuevo trabajo, pero no como empleado de la Santa Sede ni tampoco en la sede del Estado de la Ciudad del Vaticano.
De esta manera deja la escena el “cuervo” (así bautizaron los medios a la “garganta profunda” del Vaticano), quien entró al servicio del Papa en el apartamento pontificio en 2006 y que en este 2012 desencadenó la peor crisis pública del actual papado.
El Vatileaks explotó los primeros días del mes de febrero cuando el programa “Los intocables” (“Gli intoccabili”) de la cadena italiana de televisión La 7 difundió una serie de cartas dirigidas a Benedicto XVI y en las cuales se denunciaban maniobras de corrupción en el gobierno vaticano.
Tras la publicación del libro “Su Santidad. Las cartas secretas de Benedicto XVI”, del periodista italiano Gianluigi Nuzzi, las sospechas sobre la fuente de las filtraciones de numerosos documentos confidenciales del Papa recayeron justamente en Paolo Gabriele.
Aunque negó decididamente su involucramiento en la fuga de noticias, el mayordomo fue arrestado el 23 de mayo luego que agentes de la Gendarmería Vaticana descubriesen unos mil documentos confidenciales robados en su departamento ubicado dentro del territorio pontificio.
Luego de dos meses de encarcelamiento cautelar, el juez le concedió el arresto domiciliario el 21 de julio.
El 13 de agosto siguiente se decretó su envío a juicio, proceso que inició el 29 de septiembre y duró cuatro audiencias en total.
“Fue un coloquio personal, muy intenso, era la primera vez que tenía lugar un contacto directo entre el Santo Padre y Gabriele. Con este acto muy paterno y bello de parte del Papa se concluye este caso procesal, por lo tanto se cierra un capítulo triste”, estableció Lombardi.
“Se espera que el arrepentimiento sinceramente expresado por Paolo Gabriele, reafirmado también en el coloquio de esta mañana, se sienten las bases para una atmósfera de serenidad”, apuntó