lunes, 20 de agosto de 2012

Profesores no tienen claro cómo calificar

NOTICIA-NACIONAL/ALTAR AL DIA



CIUDAD DE MÉXICO.- Hoy arranca el nuevo sistema de evaluación para educación básica y, con ello, las dudas de padres y maestros sobre la manera de calificar el desempeño de los alumnos. Entrevistados la semana pasada, luego de tomar el curso de actualización para el inicio del ciclo escolar, docentes de primaria y secundaria coincidieron en que la nueva evaluación confundirá a los papás sobre qué valor tendrá la “B” cuando aparezca en la cartilla, ya que la letra representa 8 o 9 de aprovechamiento. Además, los profesores señalaron que en el curso de tres horas no les explicaron por qué las autoridades educativas eliminaron las boletas, cuál es el objetivo de las nuevas cartillas de evaluación y por qué se calificará con letras además de números. De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP), a partir de hoy los alumnos de primaria y secundaria recibirán el nuevo formato de calificaciones con base en letras, donde la A equivale a diez. La B representa nueve u ocho de calificación, la C equivale a siete o seis y la D, a cinco. Para los profesores, este esquema representará doble trabajo a la hora de calificar. Los nuevos lineamientos de la SEP indican que ahora los padres de familia, mediante su firma en la cartilla de evaluación, serán quienes decidan si su hijo es o no reprobado, independientemente del aprovechamiento escolar reflejado. Este día más de 27 millones 600 mil estudiantes de educación básica regresarán a clases. Temen caos por nuevas boletas La calificación de los alumnos de educación básica con letras y números originará problemas cuando los padres de familia asistan cada trimestre a la junta para conocer el desempeño de sus hijos, aseguran profesores de diferentes niveles. Maestros de primaria y secundaria coincidieron en que la nueva cartilla de evaluación causará confusiones entre los papás y sin duda reclamarán o preguntarán cuando la B sea igual a ocho y no a nueve, ya que esa letra equivale a esas dos calificaciones numéricas. Entrevistados la semana pasada por Excélsior luego de tomar el curso de actualización para el inicio del ciclo escolar en la primaria Leonardo Bravo, docentes manifestaron que la cartilla que sustituye a las boletas anteriores ocasionarán, al menos en un principio, dudas y cuestionamientos por parte de los papás. Además, acusaron que en el curso sólo les informaron que habrá una nueva cartilla, pero no les explicaron el objetivo de ésta y por qué habrá calificación en letras y números. La profesora de primaria Teresa Villa comentó que en menos de tres horas les dieron a conocer las nuevas cartillas. “Prácticamente nos las mostraron, pero no sabemos por qué vamos a calificar con letras y números; ni tampoco qué les vamos a decir a los papás cuando nos pregunten”, reclamó. En ello coincidió la maestra Dulce Vanessa, al señalar que para ellos será doble trabajo empatar la calificación numérica con la de letras, pero más allá de eso “vemos a los papás preguntándonos por qué les pusimos ocho en vez de nueve, o seis en lugar de siete, y eso va a despertar muchas inconformidades”. En tanto, el dirigente de la sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en el Distrito Federal, Francisco Bravo, aseveró que dejar a los papás la tarea de reprobar es quitar responsabilidad a los docentes y que “el sistema educativo nacional se desentienda de sus obligaciones”. Consideró que ese nuevo método de evaluación sólo fomenta que el maestro evada sus funciones y que apruebe a sus alumnos para evitar problemas con los padres de familia. Lo más lamentable, subrayó, es que “pedagógicamente daña más al niño pasarlo de año con deficiencias que ponerlo a repetir el grado, porque aprobar sin tener buen desempeño también afecta su autoestima y puede aislarse de sus compañeros”. Los profesores entrevistados también manifestaron dudas respecto al sentido pedagógico de evaluar con letras y números, pues al preguntarles cuál es la finalidad pedagógica manifestaron desconocerla. Incluso, algunos docentes comentaron estar molestos con la explicación que recibieron en el curso sobre las cartillas y la nueva evaluación, al considerar que fue muy poco el tiempo y no pudieron resolver inquietudes. “Lo que más me preocupa es que si los papás me preguntan no voy a saber qué decirles, porque aquí (en el curso) no nos dijeron cuál es el sentido pedagógico, no señalaron qué se pretende con ello”, manifestó la profesora Alejandra Vázquez. La nueva boleta de calificaciones, señala el sitio en internet de la Secretaría de Educación Pública, considera la medición con esta nueva escala de las habilidades que integran la competencia lectora. Regresan a clases casi 27.5 millones La Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que en el ciclo escolar 2012-2013 se prevé el regreso a las aulas de 27.5 millones de estudiantes de los niveles de preescolar, primaria y secundaria, así como de Capacitación para el Trabajo y Normalistas, en las más de 234 mil escuelas públicas y privadas de estos niveles en todo el país. A ello, “se suman los poco más de 15.8 miles de planteles de bachillerato y profesional técnico, así como las más de siete mil instituciones de educación superior que ya iniciaron clases. Asimismo, regresarán a clases más de 1.2 millones de maestros de estos niveles de estudio. De acuerdo con lo establecido en el calendario escolar, el fin de cursos será el 5 de julio de 2013 y los alumnos tendrán dos periodos vacacionales: el primero iniciará el 20 de diciembre de 2012 y concluirá el 6 de enero de 2013, y el segundo será del 25 de marzo al 7 de abril de mismo año. “El calendario considera la suspensión de labores docentes los días 2 y 19 de noviembre de 2012, así como el 4 de febrero, el 18 de marzo y el primero y 15 de mayo de 2013. Asimismo, contempla suspensión por sucesión de días inhábiles el 17 de septiembre de 2012 y el 6 de mayo de 2013”, indicó la SEP. SEP deja a los padres la tarea de reprobar Inician las clases, los maestros se despiden de las viejas boletas y los papás decidirán ahora si sus hijos reprueban. A partir de este ciclo más de 27 millones 600 mil estudiantes de preescolar, primaria y secundaria serán calificados con letras y números en las nuevas cartillas de evaluación. Además, los alumnos de primero, segundo, tercero y sexto grado serán aprobados de manera obligatoria, siempre y cuando los padres de familia decidan lo contrario y los maestros se sujetarán a la decisión que tomen los papás. El Acuerdo 648, publicado el pasado viernes en el Diario Oficial de la Federación (DOF), establece las normas generales para la evaluación, acreditación, promoción y certificación en la educación básica, donde la Secretaría de Educación Pública (SEP) estipula que emitirá un certificado único de estudios que avala la formación de los 12 años de educación básica hasta que los alumnos concluyan la secundaria y la evaluación anual quedará asentada en cuatro cuartillas para calificar el desempeño de los estudiantes. La primera evaluará los tres grados de preescolar; la segunda, los tres primeros grados de primaria; la tercera evaluará cuarto, quinto y sexto, y la cuarta los tres años de secundaria. Además, los maestros tendrán prohibido reprobar a los alumnos de primero, segundo, tercero y sexto grados de primaria, dejando esa responsabilidad a los padres de familia que así lo decidan mediante su firma en la cartilla de evaluación de su hijo. En lugar de que el profesor determine si el niño tiene las habilidades y competencias para aprobar esos grados académicos, ahora los papás serán quienes decidirán si sus hijos deben repetir el grado escolar o ser promovidos al siguiente, aún con deficiencias académicas, como no saber leer o sumar. Con la implementación de las cartillas, más de un millón 200 mil profesores de educación básica tendrán que diagnosticar el desempeño de sus alumnos estableciendo letras y números en las seis asignaturas de preescolar, en las seis de primaria, al igual que en las nueve materias de secundaria. Además de fijar calificaciones numéricas del cinco al 10, los docentes también usarán las letras A, B, C y D para señalar si el desempeño del alumno es destacado, satisfactorio, suficiente o insuficiente, respectivamente, en cada una de las asignaturas. Tal como lo estableció el Acuerdo 592, publicado en el DOF el 19 de agosto de 2011, las entidades deben consolidar la articulación de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) con la aplicación de las cartillas de evaluación trianuales y un solo certificado que se emitirá al concluir la secundaria. El nivel de desempeño A tiene una equivalencia numérica a un 10 de calificación; el nivel B, a nueve u ocho; el C, a siete o seis; mientras que el D es equivalente a un cinco de calificación. La nueva cartilla de evaluación incluye en su parte trasera —a partir de segundo grado de primaria— una sección donde el maestro anotará sus observaciones sobre competencia lectora del alumno, que comprenden velocidad, comprensión y fluidez. Con la cartilla que sustituye a las boletas anuales, por primera vez los docentes de los tres primeros grados de primaria y los que dan clases en sexto no podrán reprobar a sus alumnos, a menos que cuenten con la firma de los papás, quienes autorizarán si su hijo no es promovido de año escolar. “El desempeño de algunos alumnos de primer grado no necesariamente es el esperado, por ejemplo, no leen y escriben de manera convencional al concluir este grado; no obstante esto lo logran en segundo grado. Por ello el alumno deberá ser promovido al segundo grado, salvo en el caso que la madre, padre de familia o tutor autoricen por escrito que su hijo sea ‘No Promovido’”, se lee en la advertencia en la cartilla que evaluará primer grado de primaria. Asimismo, será la primera vez que los profesores deberán poner observaciones (en cualquier momento del año) cuando el niño presente dificultades en su desempeño, así como sugerencias para ayudarlo en casa para que avance en los aprendizajes esperados. En el nuevo documento, el profesor deberá marcar si el mal desempeño del alumno pone en riesgo su promoción.