NOTICIA-NACIONAL/ALTAR AL DIA
CIUDAD DE MÉXICO.- Rostros que se iluminaron y emocionaron al entrar al recinto.
Todos sin malicia o malas palabras, con sueños y preocupaciones como la violencia creciente en el país, la pobreza y los bajos niveles de educación.
Son los 300 niños que rindieron protesta como diputados y empezaron a perfilar el país que quieren.
Un frío recinto de San Lázaro los recibió con discursos y promesas de legisladores y funcionarios invitados. Incluso, por un momento el presidente de la Mesa Directiva, Emilio Chuayffet, asumió el papel de maestro-conductor de programa infantil, con un bombardeo de preguntas sobre la división de Poderes.
Las grandes curules de caoba les quedaron pequeñas a los más aplicados del país, que levantaban la mano para intentar contestar al legislador priista, quien les pidió ser “directos, claros y estudien para que su discurso no sea flojo, inconsistente, sino sea fuerte, sólido y con ideas”.
Ayer no hubo toma de tribuna ni injurias ni congeladora legislativa.
Incluso el Himno Nacional se cantó a capela y sin acordeón por parte de estos 300 niños-legisladores, que llegaron de todo el país, alumnos del quinto grado y con calificaciones de excelente.
Algunos adormilados, de pronto sorprendidos por un Chuayffet quien preguntaba a diestra y siniestra: “¿Qué es el Poder Judicial?, ¿qué es el Poder Ejecutivo?, y ¿qué es una República federal? Nadie se amedrentó.
Por el contrario, las manitas se levantaban para contestar, lo mismo los escolapios de Michoacán, que los de Nuevo León, Morelos, Yucatán o Guanajuato.
Aquí no hubo partidos, fracciones, ni alusiones personales. Un Congreso de ensueño.
Más tarde se eligió la Mesa Directiva de este Octavo Parlamento de las Niñas y los Niños y la pequeña mexiquense Ángela Sofía Hernández Avilés fue electa por sus compañeros como presidenta, quien recibió de Chuayffet la estafeta para guiar el debate que se realizará durante toda esta semana.