NOTICIA-INTERNACIONAL/ALTAR AL DIA
SANTIAGO,CHILE.— Los líderes universitarios acudirán mañana al palacio presidencial para emplazar cara a cara al presidente Sebastián Piñera sobre los cambios estructurales a la educación que exigen hace más de tres meses.
Los universitarios aceptaron la invitación a dialogar formulada el viernes por el mandatario, pero advirtieron que ello, “no constituye una mesa de trabajo ni de diálogo ni de negociación”, según declaró Camila Vallejo, vocera de la confederación que agrupa a los estudiantes de las universidades estatales.
“Es sólo un emplazamiento cara a cara con el Presidente de la República y que nos dé respuesta respecto de los 12 puntos, la represión y los proyectos ingresados al Parlamento”, agregó.
Ante la advertencia, Piñera los llamó ayer para que acudan al palacio presidencial con buena voluntad, con ánimo de resolver el problema, no de agravarlo.
Agregó que la suya es una convocatoria que lo que busca es construir puentes que los acerquen a las soluciones y no seguir construyendo muros que los sigan separando.
Las demandas estudiantiles incluyen el fin al lucro, eliminación de la banca privada en el financiamiento de la educación, una garantía de que recibirán una enseñanza de calidad, desmunicipalización de la enseñanza básica y secundaria y término del financiamiento compartido.
Y ahora los universitarios agregaron dos exigencias nuevas: que el gobierno aclare el asesinato de un adolescente la madrugada del viernes, y que ayer fue sepultado, en medio de desórdenes nocturnos con que concluyeron dos días de paro en el país, y que Piñera frene el envío al Congreso proyectos de ley relacionados con la educación, por no haber sido consultados con los actores sociales.
“Luchamos por educación”
Camilia Vallejo, de 23 años, es –según medios internacionales– la persona más importante del actual movimiento disidente estudiantil en Chile que demanda reformas educativas y funge como presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh)
Hija de ex militantes del Partido Comunista, Camila es estudiante de Geografía en la Universidad de Chile, donde comenzó a involucrarse en la política. Asimismo, ha sido criticada por su belleza, algo de lo que ella ya estaba consciente y el mismo partido le había advertido de que los medios podrían utilizar para desviar la atención.
Debido a sus ideas en contra de las políticas del gobierno, el pasado viernes denunció una amenaza de muerte por parte de un sociólogo que publicó los datos personales de la líder estudiantil en internet.
“Es hora de que el Ejecutivo deje de subestimar y faltarle el respeto a los chilenos y dé una respuesta sin evasivas, sin ambigüedades y sin letra chica”, dijo Camila en entrevista con Excélsior.
¿Cuáles son las reformas que demandan en el sistema educativo?
Lo que queremos es un sistema que deje de considerar a la educación como un bien de mercado, como un medio de movilidad social y de retorno individual, como lo hace el actual, al delegar en el sector privado –permitiéndole el lucro, incluso recibiendo aportes estatales– esta enorme responsabilidad.
Queremos un sistema en que, entendiendo la educación como un derecho, el Estado sea garante de la misma, que no se desentienda de su rol, y que, por tanto, el dinero no sea un impedimento para ningún chileno para ser parte de él.
Estos elementos que denunciamos constituyen el trasfondo ideológico de la propuesta del gobierno, que ha intentado esconderlo desembolsando dineros en el presupuesto de educación. Hasta que no tengamos las garantías de que la educación cambiará en la dirección que la mayoría propone, seguiremos saliendo a la calle.
Además del tema de la educación, ¿por qué existe un rechazo de la ciudadanía hacia la clase política, está esto relacionado con el gobierno actual únicamente, o desde cuándo comienza?
Con el fin de la dictadura, Chile vive un proceso de despolitización inducida, fomentada por los medios de comunicación que, como decía anteriormente, criminalizan la política generando una ciudadanía desvinculada del debate nacional y fácilmente manipulable por la prensa y el populismo.
Esto es producto de una ciudadanía poco crítica, pasiva y sometida a un precario estilo de vida, por lo que los vicios tras la denominada clase política –representada por la derecha y la concertación– se acentúan considerablemente, llegando éstos a gobernar y legislar sin representar los intereses de las mayorías. Hoy esto se manifiesta públicamente con mayor fuerza que nunca porque, una vez que nos damos cuenta lo poco que se nos escucha y del derecho que tenemos a ello, así como vemos cómo los intereses de unos pocos privilegiados son los que terminan gobernando nuestro país, no estamos dispuestos a dejar pasar ni un minuto más un Chile en estas condiciones.
¿Piensas que la prohibición de las manifestaciones por parte de Piñera marca la pauta para el regreso del gobierno de centro-izquierda?
La derecha en Chile llega al gobierno en circunstancias en que el debate político de la ciudadanía es muy pobre, producto de la misma criminalización de la política –entre otros– por los mismos medios de comunicación dominados por ese sector. En este escenario, es claro que Piñera no fue electo por sus ideas, sino por el efecto que generó su millonaria campaña. Uno de los pasos más importantes que ha dado este país durante este movimiento es el resurgimiento del debate político desde la ciudadanía y, junto con ello, el cuestionamiento a los planteamientos, en particular, en materia educacional y el creciente apoyo a las demandas estudiantiles.
Frente a este enorme levantamiento y habiendo fracasado en variados intentos por deslegitimar las movilizaciones y sus contenidos, el gobierno se ha visto forzado a mostrar su cara real, esencialmente represora e intransigente. La prohibición de manifestarse es sólo una muestra más del real trasfondo político de este gobierno, por lo que no es ésta, sino lo anterior, la causa principal por la que la derecha ha perdido el respaldo que la llevó a la Presidencia.
En Twitter exiges “una nueva democracia para un nuevo Chile, por qué este sistema no es capaz de garantizar los derechos”. ¿Qué reformas debería implementar el sistema político chileno para hacer ese cambio y mejorar la representatividad?
Nuestra Constitución política fue gestada en plena dictadura militar, y hasta el día de hoy no ha existido un cambio constitucional que tenga el respaldo de la ciudadanía, por lo que aún vemos cómo los miembros del Congreso Nacional son electos a través de un sistema poco representativo de la mayoría, como lo es el sistema binominal, diseñado para garantizar la permanencia de la derecha en los escaños parlamentarios, entre otros problemas.
Pero, por otro lado, una de las demandas que más apoyo ha tenido dentro del movimiento en este tiempo es que exista un plebiscito para resolver las diferencias de fondo que hay entre la propuesta ciudadana y la del gobierno, en un escenario donde cada lado ya dio su parecer y hoy lo que resta es exigir que la mayoría determine el futuro de la educación chilena.
La Constitución no contempla una forma de plebiscito vinculante, de modo que se está instando a los parlamentarios de todos los sectores y al gobierno a hacer las reformas necesarias para permitir esta forma de toma de decisiones.
¿Quiénes están apoyando este movimiento y qué retos han enfrentado?
Este es un movimiento que ya ha traspasado los límites de lo educacional, es un real movimiento ciudadano que, según las encuestas que los mismos gobiernos, tanto éste como los anteriores, validan como representativas de la voz nacional, cuenta con más de un 80% de aprobación.
Un desafío importante ha sido combatir a los medios de comunicación que le pertenecen a los mismos grupos que hoy nos gobiernan, tanto de televisión como de prensa escrita, que han trabajado en una campaña de desprestigio del movimiento y sus demandas, lo que se ha combatido con unidad desde todos los sectores y claridad en el debate.
¿Hasta dónde tienen planeado llevar este movimiento?
Necesitamos una respuesta certera por parte del gobierno, que hasta el momento ha eludido infinitamente resolver la confrontación de ideas que vivimos, donde la mayoría ya ha expresado su opinión.
Es evidente que el gobierno no quiere ceder ante este panorama nacional en que su propuesta no tiene respaldo y es incapaz de satisfacer las demandas de la ciudadanía. Ésta es una actitud que el movimiento no está dispuesto a seguir tolerando.
¿Qué esperan exactamente las personas que están en huelga de hambre?
Los compañeros que se encuentran en huelga de hambre están arriesgando sus vidas por lograr que la voz de la mayoría sea escuchada.
Es hora de que el Ejecutivo deje de subestimar y faltarle el respeto a los chilenos y dé una respuesta sin evasivas, sin ambigüedades y sin letra chica