NOTICIA-ESTATAL/ALTAR AL DIA
NOGALES,SONORA.-Una enfermera se vio obligada a romper el vidrio de la farmacia del Hospital General para salvar la vida de un menor de pocos meses de nacido que fue picado por un alacrán, luego de que a sus padres se les había negado el suministro horas antes.
Esto ocurre dos días después de que el epidemiólogo del nosocomio, Vicente Soto, declarara a este medio que cuentan con el suero anti alacrán, el cual, según sus palabras ´es muy efectivo’
Sin embargo, la mañana de este martes un bebé de pocos meses de nacido que fue picado por un alacrán estuvo a punto de perder la vida, debido a que le negaron la ayuda bajo el argumento de no contar con el medicamento.
Los familiares del pequeño afectado aseguraron que los enviaron a otro nosocomio pues les dijeron que no tenían el antídoto ya que se había agotado. Por tal motivo llevaron a su bebé al Hospital del Socorro donde les cobraban mil pesos por el suero, cantidad con la que los padres del pequeño no contaban, por lo que les fue negada la atención, sin otra opción, regresaron al Hospital General donde finalmente encontraron la ayuda.
Fue el sentido de responsabilidad de una enfermera, que decidió quebrar los cristales de la farmacia del Hospital General, para sacar el suero que finalmente salvó la vida del pequeño afectado, en hechos suscitados la madrugada del lunes.
Cabe señalar que los padres del menor se negaron a dar sus nombres por temor a no recibir atenciones en el futuro.
Rodolfo de la Torre, director del nosocomio, dijo que el menor pasó toda la noche bajo vigilancia médica y fue dado de alta después de las diez de la mañana de ayer después de que se le aplicara más de una dosis, para que se diagnosticara fuera de peligro.
El galeno aseguró que cuentan con el suficiente suero anti alacrán para dar atención a todos los casos que se presenten, únicamente que ese día el número de víctimas aumentó considerablemente y se agotaron las dosis que se dejan fuera de la farmacia.
Explicó que, al ver que no había más suero en el botiquín, la desesperación de la enfermera causó que se decidiera quebrar el cristal de la farmacia para sacar el antídoto, pero finalmente todo salió muy bien, señaló.