
De explotar los reactores en Fukushima, las corrientes de viento transportarían los efectos radiactivos en horas a áreas del Pacífico, advierten
CIUDAD DE MÉXICO.- Si la crisis nuclear se hace irreparable y explotan los reactores Fukushima, por las corrientes de viento, de chorro, los efectos radioactivos llegarían en horas a las costas americanas de México, Canadá y Estados Unidos.
Y aunque no se quiere generar alarma, lo cierto es que México no está preparado para un impacto negativo de esta naturaleza ni tampoco si se presentase un problema similar en Laguna Verde.
Así lo advirtieron Marco Martínez, Alejandro Calvillo, Eduardo Rincón y Gian Carlo Delgado, investigadores universitarios quienes exigieron al gobierno mexicano detener su proyecto nuclear en Laguna Verde, pues el caso japonés "nos debe dar lecciones por la pérdida de vidas que allá se tienen y se tendrán por generaciones". Se estima que la tragedia de Chernóbyl, ocurrida en 1986, costó un millón de vidas.
Reclamaron en conferencia de prensa que las autoridades japonesas no están dando información veraz ni oportuna y que si se fusionan los reactores nucleares con la cápsula que los contiene, derivado de los gases de plutonio que se desprenderían en Fukushima, su liberación tendrá efectos letales de cortísimo plazo sobre todo ser viviente en un rango no menor a las 80 millas, es decir, cerca de 110 kilómetros a la redonda.
CIUDAD DE MÉXICO.- Si la crisis nuclear se hace irreparable y explotan los reactores Fukushima, por las corrientes de viento, de chorro, los efectos radioactivos llegarían en horas a las costas americanas de México, Canadá y Estados Unidos.
Y aunque no se quiere generar alarma, lo cierto es que México no está preparado para un impacto negativo de esta naturaleza ni tampoco si se presentase un problema similar en Laguna Verde.
Así lo advirtieron Marco Martínez, Alejandro Calvillo, Eduardo Rincón y Gian Carlo Delgado, investigadores universitarios quienes exigieron al gobierno mexicano detener su proyecto nuclear en Laguna Verde, pues el caso japonés "nos debe dar lecciones por la pérdida de vidas que allá se tienen y se tendrán por generaciones". Se estima que la tragedia de Chernóbyl, ocurrida en 1986, costó un millón de vidas.
Reclamaron en conferencia de prensa que las autoridades japonesas no están dando información veraz ni oportuna y que si se fusionan los reactores nucleares con la cápsula que los contiene, derivado de los gases de plutonio que se desprenderían en Fukushima, su liberación tendrá efectos letales de cortísimo plazo sobre todo ser viviente en un rango no menor a las 80 millas, es decir, cerca de 110 kilómetros a la redonda.