NOTICIA-ESTATAL/ALTAR AL DIA
HERMOSILLO,SONORA.-No existe peligro alguno de que la población sonorense resulte contaminada por posibles radiaciones emanadas del reactor nuclear de Japón afectado en el reciente sismo de aquel país, y que pudieran llegar a través de corrientes atmosféricas, declaró el académico universitario Fernando Ávila Castro.El técnico académico del Departamento de Investigación en Física de la Universidad de Sonora (Difus) descartó cualquier peligro, toda vez que si acaso ha habido cierta liberación de material radiactivo, como el yodo, aseguró que éste es de muy baja concentración.
En un caso muy extremo, si hubiera escape de material radioactivo, dijo que las corrientes atmosféricas lo llevarían a lo largo de la costa de Asia, a través de Alaska, bajando por Canadá y Estados Unidos, para llegar a México, tras un recorrido bastante extenso.
Sin embargo, reiteró, tales partículas son pesadas, y que, si bien las corrientes de aire las levantan en principio, a lo largo de ese recorrido van a ir decayendo o bajando a la superficie, por lo cual las que pudieran llegar a Sonora, después de miles de kilómetros de tránsito, no representan peligro alguno.
Ávila Castro expresó que para poner esta situación en perspectiva, dijo que se recibe más radiación diaria mediante una placa rayos X, inclusive, cuando se viaja en avión, donde debido a la altura se pierde la protección de la atmósfera. "Es ahí donde se recibe una mayor dosis de radiación que la que pudiera llegar en el dado caso de que hubiera contaminación por la planta de Japón", afirmó.
Fernando Ávila Castro, miembro del Área de Astronomía de nuestra casa de estudios, reconoció que ha habido bastantes problemas en la estructura de los reactores debido a la magnitud de los terremotos; sin embargo, la parte central del mismo, donde está el núcleo, se encuentra intacto por estar cubierto con material de acero y otros diferentes metales.
El problema, dijo, ha sido con los sistemas de enfriamiento del reactor, donde ha subido la temperatura al estar inyectándosele agua del mar, y ésta se ha descompuesto en hidrógeno y oxígeno, y ha explotado. "La condición es crítica, pero se mantiene bajo control", concluyó.