
Según la embajada estadunidense el apoyo que ofrece el gobierno mexicano refleja los objetivos comunes de detener el movimiento ilícito
CIUDAD DE MÉXICO.- Estados Unidos y México no tienen contradicciones en torno al operativo "Rápido y furioso" y ninguno autorizó que agentes estadunidenses permitieran el trasiego ilegal de armas a territorio mexicano para rastrear a traficantes, aseguró hoy una fuente oficial.
La embajada de Estados Unidos en México emitió un comunicado en el que sostiene este argumento, tras el escándalo que suscitó la confesión de un agente estadunidense a la cadena CBS News sobre que el operativo fracasó y se le perdió la pista a casi dos mil armas.
La legación dijo que gracias a la operación se "desmanteló una importante banda de traficantes de armas", con saldo de 20 detenidos en enero pasado, y aseguró que ésta tuvo lugar "en territorio estadunidense".
Dijo que después de los arrestos, "surgieron informes alegando que la operación - a cargo de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés)- podría haber incluido la transferencia de armas de Estados Unidos a México", una versión que está siendo investigada.
El procurador de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, "ha dicho inequívocamente que tales acciones, de ser ciertas, no serían aceptables", señaló la embajada.
Para apuntalar su afirmación de que no hay contradicciones en este tema entre ambos Gobiernos, la embajada recordó que México declaró que "no ha tenido conocimiento de la existencia de un operativo que incluyera el trasiego o tráfico controlado de armas a territorio mexicano".
"La supuesta transferencia de armas a territorio mexicano es, en estos momentos, sólo un alegato", dijo la fuente al apuntar que el procurador Holder puso en claro que toma "tales alegatos con seriedad".
Agregó que el Gobierno de México, de manera constructiva, "ha ofrecido el apoyo que pudiera ser necesario a fin de que se esclarezcan plenamente los hechos".
"Esta clase de apoyo mutuo refleja nuestros objetivos comunes de detener el movimiento ilícito de armas, drogas y dinero que amenazan a ciudadanos de Estados Unidos y de México", concluyó la embajada estadunidense.
La información sobre "Rápido y furioso" tuvo relevancia después de que trascendió tanto en México como en Estados Unidos que un arma estadunidense vendida en Texas fue la utilizada por presuntos sicarios mexicanos para asesinar al agente del Servicio de Inmigración y Aduanas estadunidense (ICE), Jaime Zapata, el 15 de febrero pasado en el estado de San Luis Potosí.
La revelación de este operativo causó un escándalo en México que llevó a la Cámara de Diputados a pedir al secretario de Gobernación, Francisco Blake, que comparezca ante los legisladores para aclarar si su Gobierno conocía la operación "Rápido y furioso" de Estados Unidos
CIUDAD DE MÉXICO.- Estados Unidos y México no tienen contradicciones en torno al operativo "Rápido y furioso" y ninguno autorizó que agentes estadunidenses permitieran el trasiego ilegal de armas a territorio mexicano para rastrear a traficantes, aseguró hoy una fuente oficial.
La embajada de Estados Unidos en México emitió un comunicado en el que sostiene este argumento, tras el escándalo que suscitó la confesión de un agente estadunidense a la cadena CBS News sobre que el operativo fracasó y se le perdió la pista a casi dos mil armas.
La legación dijo que gracias a la operación se "desmanteló una importante banda de traficantes de armas", con saldo de 20 detenidos en enero pasado, y aseguró que ésta tuvo lugar "en territorio estadunidense".
Dijo que después de los arrestos, "surgieron informes alegando que la operación - a cargo de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés)- podría haber incluido la transferencia de armas de Estados Unidos a México", una versión que está siendo investigada.
El procurador de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, "ha dicho inequívocamente que tales acciones, de ser ciertas, no serían aceptables", señaló la embajada.
Para apuntalar su afirmación de que no hay contradicciones en este tema entre ambos Gobiernos, la embajada recordó que México declaró que "no ha tenido conocimiento de la existencia de un operativo que incluyera el trasiego o tráfico controlado de armas a territorio mexicano".
"La supuesta transferencia de armas a territorio mexicano es, en estos momentos, sólo un alegato", dijo la fuente al apuntar que el procurador Holder puso en claro que toma "tales alegatos con seriedad".
Agregó que el Gobierno de México, de manera constructiva, "ha ofrecido el apoyo que pudiera ser necesario a fin de que se esclarezcan plenamente los hechos".
"Esta clase de apoyo mutuo refleja nuestros objetivos comunes de detener el movimiento ilícito de armas, drogas y dinero que amenazan a ciudadanos de Estados Unidos y de México", concluyó la embajada estadunidense.
La información sobre "Rápido y furioso" tuvo relevancia después de que trascendió tanto en México como en Estados Unidos que un arma estadunidense vendida en Texas fue la utilizada por presuntos sicarios mexicanos para asesinar al agente del Servicio de Inmigración y Aduanas estadunidense (ICE), Jaime Zapata, el 15 de febrero pasado en el estado de San Luis Potosí.
La revelación de este operativo causó un escándalo en México que llevó a la Cámara de Diputados a pedir al secretario de Gobernación, Francisco Blake, que comparezca ante los legisladores para aclarar si su Gobierno conocía la operación "Rápido y furioso" de Estados Unidos