CIUDAD JUÁREZ (EFE) — Un grupo de hombres armados secuestró este sábado al cuñado de Marisela Escobedo tras incendiar una maderería en Ciudad Juárez. Escobedo fue asesinada frente al Palacio de Gobierno estatal cuando pedía justicia por la muerte de su hija.
Según la fiscalía estatal, el comando ingresó al local -propiedad de la pareja de Escobedo- a primera hora de la mañana, le prendió fuego y se llevó al cuñado de la activista. El lugar quedó completamente destruido.
El incidente se produce sólo horas después de que, en diversas partes de México, colectivos civiles pidieran contundentemente a las autoridades federales y de Chihuahua justicia para Marisela Escobedo, y no sólo palabras de condolencia.
La mujer recibió el jueves un disparo en la cabeza cuando se movilizaba frente a la sede del gobierno chihuahuense para protestar contra la impunidad en torno al asesinato de su hija Rubí, cuyo presunto homicida fue puesto en libertad por los jueces.
La fiscalía de Chihuahua puso en circulación un retrato hablado del homicida de la activista: se trata de un hombre de unos 30 años, entre 1.70 y 1.75 metros de estatura, complexión robusta, tez morena y cabello negro corto.
La investigación dictaminó que el individuo -acompañado por otros dos- hizo un primer disparo que no detonó, por lo que la víctima intentó darse a la fuga pero fue abatida por el segundo disparo. El arma utilizada fue una pistola Luger de calibre 9 milímetros.
También se confirmó que el homicida confeso de la hija de la activista, Sergio Barraza, está vinculado al crimen organizado y protegido por éste, quizá escondido en el central estado de Zacatecas.
Marisela Escobedo había encabezado diversas marchas y protestas en Ciudad Juárez y en Chihuahua para exigir al gobernador, César Duarte, que se hiciera justicia en el caso del asesinato de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo.
Sergio Barraza Frayre había sido detenido el pasado 30 de abril, sin embargo fue puesto en libertad al poco tiempo. Ayer se suspendió a los tres jueces de Chihuahua que dictaron su liberación.
Ciudad Juárez es la urbe más violenta de México, con cerca de 3,000 asesinatos este año, fuertemente golpeada por las pandillas de delincuentes al servicio de los cárteles de la droga que pelean la plaza.
Las medidas para frenar la descomposición social de la localidad han resultado un fracaso por el momento, lo que ha llevado a activistas de la ciudad y de todo el país a reclamar el fin de la violencia y la impunidad criminal.