martes, 7 de diciembre de 2010

EDUCANDO BAJO “BALAS PERDIDAS”

NOTICIA-CABORCA/ALTAR AL DIA
Por. Francisco García A.

CABORCA,SONORA.- El centro neurálgico escolar de la Ciudad de Caborca, que alberga las instituciones educativas más importantes como son: Colegio de Bachilleres, Universidad de Sonora y Escuela Secundaria Federal, se vio vulnerado, el día de hoy , ya que fue escenario de una refriega suscitada al parecer entre miembros de la delincuencia organizada, “que dicho sea de paso son los únicos organizados en este País”.
Eran las 2:10 de la tarde, el ingeniero Fierros, impartía la materia de “instalaciones”, en esos momentos a los alumnos del grupo 305; la mayor parte del estudiantado prestaba atención, otros practicaban matemáticas, haciendo cálculos, de cuando y cuanto tiempo tendrían de vacaciones ahora en el mes de diciembre. Cuando de pronto los estruendos de “ráfagas” de armas catalogadas como de alto poder, los volvieron repentinamente a la hostil realidad, que hace un tiempo vive la región, y que comúnmente llamamos ambiente de inseguridad.
Por una de las ventanas del aula, se colaron unas “balas perdidas”, que dieron en el blanco equivocado, se incrustaron en la humanidad del Profe. Fierros; inmediatamente empezó a fluir sangre del cuerpo del mentor; los jóvenes al ver aquello entraron en shock, su maestro había sido herido, y ellos no alcanzaban a descubrir que estaba pasando, hubo gritos, desesperación, confusión todo paso en unos segundos.

En minutos todo el plantel fue presa de la zozobra, la angustia y la psicosis, alumnos personal docente, y administrativo, no atinaban que pasaba, llegaron los cuerpos de auxilio, y posteriormente arribaron e inundaron el plantel elementos policiacos de los tres niveles; y aún no había nada claro de lo que sucedía. Al paso de las horas se han vertido una serie de versiones, desde las oficiales hasta los comentarios o rumores de la gente, pero nada claro, nada que de certidumbre al contrario la sociedad caborquense, esta consternada, padres de familias molestos solo atiana a decir, y después de esto ¿que sigue?, enviar a nuestro hijos a la escuela con chalecos antibalas, blindar los cristales de las aulas, o seguir así de conformes, recibiendo “educación bajo balas perdidas”.